PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Con la presencia de un amplio número de familiares y seguidores españoles en las gradas e incluso con la presencia en Francia de Estel Puiggros, una de las compañeras lesionadas y que no ha podido formar parte del roster definitivo, todo iba a resultar un poquito más sencillo. Y eso que España supo desde las horas previas al encuentro que la física y atlética selección holandesa no iba a ser ni mucho menos una perita en dulce a la hora de poder buscar el pase a los cuartos de final del Europeo.

Un choque sumamente complicado que así se presentó en los compases iniciales con un 2+1 inicial favorable a la Selección de Holanda y algo más de dos minutos de sequía anotadora. Pero si algo ha caracterizado al equipo de Mario López durante todo el campeonato ha sido un carácter competitivo que no tardó en aflorar para poder anotar los primeros puntos de un encuentro en el que Raquel Carrera comenzaba a hacer de las suyas en posiciones interiores (4-4). Pasaban los minutos y las defensas seguían imponíendose a los ataques costando un mundo el poder encontrar un aro rival que España penetraba a través de sólidos contraataques y su acierto desde un 4,60 desde el que llegaron las primeras rentas (10-6). De este modo, España adquirió velocidad de crucero y entre los robos de balón de Laura Méndez y las culminaciones de Zoe Hernández se llegó a la máxima del partido hasta ese momento (+9) antes de alcanzar el primer entreacto (17-8). 

Regresó Holanda a la pista con una defensa zonal que trató de alejar a España de los aros y no le dio mal resultado al equipo holandés una defensa que mantuvo a España a cero durante un par de minutos en los que su rival aprovechó para firmar un parcial de 0-5 (17-13). Mario López paraba el partido y tomaba su pizarra. Había llegado el momento de corregir las primeras imprecisiones y Pueyo pareció captar mejor que nadie el mensaje logrando los primeros puntos del periodo y corriendo la pista para que Carrera culminara un 2+1 (22-13). España se reencontraba con su mejor juego y sus buenas defensa ahogaban unas posesiones rivales para alcanzar el descanso con una renta que invitaba al optimismo (28-15).

Y si importante había sido el trabajo realizado durante los primeros 20 minutos, no menos decisiva de cara al triunfo resultó la salida del equipo español tras el paso por vestuarios. La buena conexión interior entre Raquel Carrera y Gamarra desembocó en un parcial de 6-0 en apenas 50 segundos con el que inquietar al cuerpo técnico de la Selección de Holanda (34-15). España coqueteaba con la veintena y el tiempo muerto solicitado por su rival no detuvo el espíritu competitivo de una Selección que seguía creciendo en el electrónico y en el que todas las jugadoras aportaban en la rotación (44-18). Así se alcanzó el final de un tercer cuarto al que España llegó con una cómoda renta y vislumbrando los cuartos de final a la vuelta de la esquina (54-21).

Poca historia tuvo ya el último periodo de un encuentro en el que la Selección Española tan sólo tuvo que mantenerse fiel a sus principios para poder convertir en estériles los intentos de un equipo rival que ya nada pudo hacer ante una España que no dejaba de crecer en el encuentro. Con 38 tantos de renta final, España certificaba tanto el triunfo como el pase a unos cuartos de final que se disputarán en la tarde del miércoles (68-30).