PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Tras su primer triunfo en la tarde del viernes ante Lituania, la Selección Española afrontaba un complicado y exigente segundo asalto ante una Polonia dispuesta a demostrar su crecimiento baloncestístico a través de una generación plagada de talento. 

Un choque en el que España comenzó mandando a través de una sólida defensa que no tardó en dar sus frutos con un pequeño parcial con el que asumir el tempo de partido (6-2). Polonia comenzaba a presentar credenciales a través de su acierto desde la larga distancia lo que otorgó desde la lejanía los primeros puntos a una Selección de Polonia que salvaba de este modo la intensidad defensiva nacional en la zona (6-5). Eran minutos de tanteo y, en medio de ese juego, las jugadoras de Mario López intuyeron que podían sacar provecho de la superioridad física bajo los aros de una Raquel Carrera que distanciaba ligeramente a España (14-9). El equipo se sentía cómodo pero Polonia no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer y, una rápida respuesta, permitió a las polacas mantenerse a rueda al final del primer cuarto (17-14).

Le estaba costando a España imponer su estilo de juego y eso espoleó a la Selección de Polonia con el comienzo de un segundo cuarto en el que su trabajo reboteador, con mención de honor para Kurach, permitió a nuestro rival ir creciendo en un marcador en el que llegaron a verse incluso por delante en diferentes acciones pero fue el buen trabajo realizado de nuevo por Raquel Carrera aportando tanto en el rebote como en la anotación el que impidió que Polonia pusiera tierra de por medio llevando el encuentro igualado a los vestuarios (33-33).

Con todo por decidir, ambos técnicos aprovecharon el descanso para poder reordenar ideas en ideas en uno y otro equipo. En ese sentido, las jugadoras de Mario López parecieron entender mejor el mensaje de su preparador dando un paso al frente desde la defensa para poder colocarse un par de pasos por delante. Eso sí, fiel a su guión de la primera parte, el encuentro no rompió lo más mínimo su igualdad a lo largo de un tercer periodo plagado de emoción (41-37). La anticipación nacional a las líneas de pase gracias al sacrificio defenivo y la capacidad de las pívots nacionales para generar desde el poste bajo permitieron alcanzar el último cuarto por delante con una pequeña renta que parecía todo un mundo (46-44).

Con todo por decidirse, la Selección Española puso lo mejor de sí sobre la cancha con un auténtico clínic de entrega y sacrificio con el que ganar esa pequeña batalla que era cada jugada. Con Marta García asumiendo responsabilidades y aportando en todos y cada uno de los aspectos del juego, el equipo dio un paso al frente hasta alcanzar por delante el último minuto y medio (60-54). El triunfo parecía estar controlado pero dos acciones consecutivas de Polonia -triple incluido- colocaron a un punto a un equipo que llegó a tener bola para ganar. Su lanzamiento no entró y España capturó un rebote que terminó por valer su peso en oro (60-59).

Mañana, el equipo afrontará su tercer y definitivo encuentro de la fase de grupos ante Rusia (20:45h - Youtube FIBA)