ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Llegaba España a semifinales demostrando una gran competitividad y un excelente baloncesto, pero se cruzó en el camino una Grecia muy motivada, con el apoyo de la afición y a la que permitieron una defensa muy intensa. Un derrota que hay que olvidar lo antes posible, y de la que hay que sacar reflexiones positivas para el partido de este domingo ante Francia (18:00 h) que vale una medalla de bronce.

Los nervios del inicio colocaron el 0-4 para los helenos contrarrestado por un triple de Sergi García que pretendía calmar los ánimos. Pero nada más lejos de la realidad. España salió con un quinteto muy físico, con Barreiro al tres intentando frenar el poderío de su rival. Pero Charalampopoulos comenzaba anotando, haciendo mucho daño partiendo desde fuera. La defensa helena era muy dura, aunque era España quien se metía en bonus. Un triple de Grecia ponía el 9-24 aunque un parcial de 0-5 dejaba el resultado en 14-24 al final del primer cuarto.

El segundo cuarto cambió totalmente. España paró la producción ofensiva de su rival pero seguía sufriendo para anotar con facilidad. Santi Yusta no encontraba aro y era Ramón Vila el que asumía responsabilidad para sacar tiros acertados. España se mantenía en esa barrera de los 10 puntos pero Grecia conseguía dos situaciones de canasta y falta que volvieron a hacer daño para ir al vestuario con un preocupante -13 (24-37)

Decía Ibon Navarro el día previo que era importante llegar al final con un marcador igualado, y eso intentó al inicio del tercer cuarto. Era necesario llevar el partido a un ritmo más alto y con Marc Martí inspirado España jugó unos buenos minutos al inicio del tercer cuarto, pero Grecia, aparte de ser un equipo muy físico, ha demostrado saber controlar los partidos. Llegó la técnica a Ibon Navarro por discutir con los árbitros, pero no tuvo el efecto deseado.

Grecia se sentía cómoda con el marcador a favor, y España no llegó a elevar un punto su producción ofensiva para entrar en los minutos finales con opciones de victoria. Los triples no entraban y la victoria se iba decantando por los anfitriones. Marc Martí y Sergi García acabaron como máximos anotadores con 12 puntos, con un buen partido de Ramón Vila (11). Tiempo para aprender y salir reforzado a la búsqueda de una medalla de bronce que sería tremendamente merecida.