LF2
Estudiantes: un 2017 de ensueño
4/27/2017 - 3:12 PM
El Movistar Estudiantes de Fito González guardará pasa siempre en el corazón el año 2017; primero porque no perdieron en él ningún partido hasta alzarse con el ascenso y segundo porque, de perder, ya será como equipo de Liga Femenina 1.
IBON LANDA / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
El 17 de diciembre de 2016 el Movistar Estudiantes perdía ante el Pacisa Alcobendas en la duodécima jornada de LF2 y caía al séptimo puesto del Grupo B. Desde aquel día comenzaron a escribir una historia para la que llevaban mucho tiempo trabajando.
Mucho tiempo trabajando porque un equipo como el Movistar Estudiantes no se hace en un día. La filosofía, la forma de trabajo, la unión con el club (y con el 'cole') es algo que se 'mama' y para ello han estado implicados todos los estamentos del Estudiantes; desde los más cercanos encabezados por Fito González en el cargo de entrenador y todo su cuerpo técnico, así como la dirección deportiva del club, los directivos con 'Michel' Bufalá a la cabeza como presidente de honor de la Fundación, aficionados o incluso los medios de comunicación que han seguido al equipo desde el primer día, implicados, en parte gracias al gran trabajo de su departamento de comunicación. En definitiva, una nave con timón al horizonte pero con remeros y remeras bogando al unísono hacia la meta de volver a la élite.
Tres minutos y 48 segundo para el final de último partido. Muy atrás queda aquel 17 de diciembre. Otras 17 victorias seguidas a las espaldas y el Kemegal Cortegada, tras un partidazo, tiene en su mano el ascenso. Gana de siete puntos. Llega el sueño hecho realidad para el Estudiantes que esfuma cruelmente a las gallegas. Estaba escrito. Decimoctava victoria consecutiva y hasta que comience la primera jornada de Liga Femenina 1 seguirán imbatidas en partido oficial en 2017. Para entonces, tienen meses para definir lo que quieren ser ahora en la élite.
"Somos el único club con equipo femenino y masculino en las dos máximas categorías del baloncesto español", decía en la cancha felicitando a cada jugadora su presidente de honor en la Fundación, Bufalá. El sueño continuará ahora, pero ya, hecho realidad.