JUAN ANTONIO CASANOVA

Después del instituto, Bobby Knight se lo llevó a la universidad de Indiana, pero no se adaptó. Sólo estuvo allí un mes y optó por trasladarse a la de Indiana State, más pequeña en todos los sentidos, incluido el deportivo. Pero todo cambió con él, con sus 30,3 puntos y 13,3 de promedio en las tres temporadas que jugó. En la última, cuando ya había sido elegido en el "draft", los Sycamores no perdieron ningún partido... hasta la final, con "Magic" al frente de los Spartans de Michigan State. La más vista de la historia (ver 26/III).

Aquella temporada en que Bird prefirió seguir en la universidad los Celtics acabaron últimos de la división Atlántico, con 29 victorias y 53 derrotas. En la primera con él, debutante del año, primeros con 61 y 21. Y en la segunda, campeones. Igual que en 1984 y 1986, en ambos casos con Bird como MVP de la final. De la liga lo fue tres años seguidos, del 84 al 86. Justo premio a la enorme versatilidad de un jugador salido de un pueblo de 2.000 habitantes que, contra la impresión que pudiera dar su aspecto escasamente atlético, hacía de todo y todo bien: anotar desde todas las distancias (24,3 puntos de promedio en su carrera y ganador de los tres primeros concursos de triples), rebotear (10), pasar (6,3 asistencias), defender duro y jugar para el equipo.

Naturalmente, fue el gran ídolo de la afición de Boston, el símbolo del "Celtics pride" (orgullo). Un tremendo competidor, protagonista de múltiples gestas, que en sus últimos años de jugador tuvo que lidiar con un dolor de espalda cada vez más molesto, que le obligaba a permanecer estirado en el parquet junto al banquillo en muchos momentos de los partidos del "Dream Team", con el que logró la medalla de oro en Barcelona, y en último término provocó su retirada, que anunció a su regreso a Boston, el 18 de agosto de 1992.