Desde que la U16 Femenina se concentrara en Santa Cruz de Tenerife hace ya un mes, este equipo ha ido creciendo en la pista de forma directamente proporcional a su sufrimiento
Contaba hace un mes el seleccionador U16 Mario López que los partidos de preparación antes del Europeo iban a servir para calibrar todo el trabajo realizado en la preparación y en qué situación estaba España antes de comenzar el Europeo de Udine.
Aparte de un partido con un combinado de Tenerife y algún otro que fue poco más que un entrenamiento intenso, España perdió de 12 ante Alemania y ganó de un punto a Italia. Lo de Italia entraba dentro de lo normal, porque se antojaba como una de las favoritas al título y anfitriona del torneo. Lo de Alemania supuso una sorpresa, aunque todo parecía indicar que era una plantilla potentísima que no había competido internacionalmente.
Ahora alemanas e italianas comparten podio con el equipo de Mario López, que se ha subido a lo más alto tras un Europeo tan apasionante como difícil. En la primera fase tuvieron que ganar a dos buenas selecciones como Portugal y Hungría, además de volver a perder – esta vez en la prórroga – ante Alemania. Un segundo puesto que las cruzaba con… ¡Rusia!
Unos octavos de final, una eliminatoria novedosa en estos Europeos, ante uno de los equipos siempre potente en esta categoría. Con jugadoras de 16 años, en su primera experiencia internacional, Mario López afirmaba que “hubo miedo a la derrota” y que la labor de los entrenadores no fue tanto técnica como psicológica: “conseguir que después de un error, pensasen en la jugada siguiente, no en la anterior.” Al final el partido se decantó para España con un triple en el último minuto de Laura Piera.
Nuevo objetivo cumplido… y el vigente campeón en el camino. La República Checa, con su escuela de baloncesto femenino siempre eficaz, puso en muchos aprietos a España, y llegó a remontar 10 puntos de desventaja en el último cuarto. Nuevo final igualado y resuelto de forma magistral, aunque perdiendo a Raquel Carrera, la benjamina y una de las referentes del equipo, por una inoportuna lesión.
Ya en semifinales, el rival de esa durísima parte del cuadro era Italia. Anfitriona del torneo, con una plantilla potente y con una jugadora que formó parte del quinteto ideal del Mundial U17 de Zaragoza siendo un año menor: Sara Madera. Otro partido igualado, recuperando una desventaja de 8 puntos y con un nuevo final de partido magnífico. La generación del 2000 aprobaba un nuevo examen de este máster intensivo de competitividad.
Y llegó la final. Se cerró el círculo y el último rival era la Alemania con la que se perdió en Tenerife tres semanas antes. Un equipazo que tuvo un camino más fácil para llegar a la final y que se presentaba como favorito ante un conjunto al que le había derrotado en dos ocasiones. Pero en el último partido del Campeonato las jugadoras se comportaron como auténticas expertas para hacerse con el título más difícil.