MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Buena puesta escena de una España consistente atrás y efectiva en ataque. Nuestra selección controló bien los tiempos, supo adaptarse bien a un siempre difícil primer partido en el que los nervios suelen traicionar a los equipos especialmente de cara a la canasta contraria. Laura Quevedo lideró inicialmente en un primer cuarto que finalizó con 14-8, una ventaja que ampliaría ligeramente al descanso (26-18) gracias al buen trabajo de la polaca Puc.

Pero en la segunda parte España arrancó compensando en defensa las imprecisiones ofensiva. 31-18 a los 25 minutos de un partido trabado en el que era frecuente ver como se agotaban posesiones sin encontrar aro. Pero en esa parte final del tercer cuarto apareció una mejor versión ofensiva de España, con amenazas desde perímetro o desde la transición y aunque también Polonia mostro algo más de su potencial el marcador en el minuto 30 era un ilusionante 40-26.

Ni la defensa zonal ni la mixta sobre Laura Quevedo, 20 puntos y mejor anotadora del partido, impidió a España seguir mandando en el marcador superando incluso los veinte puntos de diferencia y, aunque sin brillar especialmente y dejando por lo tanto un importante margen de mejora para el futuro, se consiguió una primera victoria en el grupo a la espera de un segundo y complicado partido ante Portugal.