ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Un verano más, el rendimiento de nuestras selecciones femeninas consigue situarlas entre las mejores del continente. España U20 va creciendo a medida que avanza el campeonato y consiguió de manera brillante y derrotando a una difícil Bélgica, pasar otro fin de semana mágico repleto de emociones e ilusiones. 

Llegados al cruce cuartos todo cambia, como si las jugadoras recibiesen una inyección de motivación especial, como si las piernas dejaran de notar el cansancio acumulado y adquirieran toda la fuerza necesaria para ganar cada acción. Los minutos iniciales de tanteo entre España y Bélgica dejaron paso a un partido trepidante, jugado sin temor y sin límite de intensidad defensiva. Del inquietante 6-11 con el que las belgas empezaron amenazando se pasó un más tranquilizador 13-11 al final de primer cuarto gracias al gran trabajo de unas jugadoras exteriores especialmente activas. María Conde y Cazorla buscaban la canasta contraria y Quevedo se hacía fuerte en el rebote. Los peligros del rival llegaban de la mano de Linskens y Allemand. España sabía responder a las rachas del rival con juego insistente y agresivo, con velocidad y orden, con capacidad para abordar el aro contrario desde sus referentes. Más que juego interior se buscaba el aro de fuera adentro, incluyendo las  pivots de ambos equipos, más a gusto abriéndose y atacando de cara. Al descanso la diferencia española era de cuatro puntos, 30-26, dejando el partido completamente abierto.

La segunda parte empezó con la ambición con la que la dejaron ambos equipos. Un triple inicial de Bélgica fue respondido por otro de España. Declaración de intenciones de lo que podía suceder en veinte minutos apasionantes. Cazorla asumía responsabilidad ofensiva y entre ella Lo conseguía un pequeño margen (39-32) y un triple de Quevedo llevaba el luminoso hacia un cada vez más ilusionante 33-24. España sumaba en cada ataque, mostraba ese crecimiento constante en su juego y cerraba el tercer cuarto con un 52-36 que hacía ver la lucha por las medallas como algo muy cercano. Pero los cruces de cuartos suelen ser siempre dramáticos y Bélgica es una buena selección 52-45 y a dos minutos para el final un 54-49 inquietante. El partido entraba en una fase dramatismo que provocaría que se lo llevase quien mejor gestionase los nervios…. Y ahí fue donde España volvió a sacar a relucir ese carácter mostrado en los últimos partidos, esa mentalidad de equipo seguro de si mismo. Una canasta a media distancia de Lo, una jugadora que como toda la selección, ha crecido enormemente durante el campeonato, sentenció. España entró en los últimos segundos disfrutando de la victoria, celebrándola. Había conseguido el primer gran objetivo: luchar por las medallas.