JUAN ANTONIO CASANOVA

“Espero que nadie haya apostado la vida, porque ahora estará muerto. Todo el mundo decía que no seríamos capaces, y eso nos ha motivado”, declaró la estrella de los Sixers, que fue aquella temporada el MVP de la liga y de la final, en la que promedió 35,6 puntos, 5,6 rebotes y 3,8 asistencias. Eso no impidió que los Lakers de Kobe Bryant (24,6 p, 7,8 r, 5,8 a) y un monstruoso Shaquille O’Neal (33 p, 15,8 r, 4,8 a, 3,4 tapones) ganaran los cuatro partidos siguientes y renovaran su título, al que siguió el tercero consecutivo el año siguiente.

Allen Iverson (Hampton, Virginia, 7/VI/1975), “The Answer” (La respuesta), es el mejor anotador más bajito (apenas 1,80 m.) de la historia. Un competidor nato, que llevó al instituto Bethel de su ciudad natal a lograr el campeonato estatal de Virginia en baloncesto y en fútbol americano. Cuando dejó la NBA, en la temporada 2009-10, quedaban atrás 914 partidos, con un  promedio de 26,7 puntos. Fue nueve veces “All Star”, cuatro el máximo anotador de la competición y logró el bronce en los JJ:OO.’04.

Quiso el destino que su último equipo en la liga fuera el primero, los Sixers, que le eligieron en el primer puesto del “draft” de 1996, en el que entró después de jugar sólo dos años (a nivel muy alto, como en la Universiada’95, en la que fue el mejor de EE.UU. en puntos y asistencias) en la universidad de Georgetown. Su familia necesitaba dinero.

Nunca fue un tipo fácil. Cuando tenía 17 años fue a un correccional tras una pelea. Y su fuerte carácter chocó con el de Larry Brown, entrenador de los Sixers, que Iverson dejó en el 2006, camino de Denver, Detroit y Memphis. En este último equipo sólo jugó los tres primeros partidos de la temporada 2009-10 antes de volver a Filadelfia. En la siguiente dio el salto a Europa, al Besiktas, pero en enero del 2011 se lesionó y volvió a EE.UU. Necesitaba dinero, pero las ofertas no le convencieron y el 30 de octubre del 2013 anunció que lo dejaba.