Ya sólo quedan ocho equipos de cuatro continentes: Australia, Estados Unidos, Canadá, China, Italia, Francia República Checa y España. Primer objetivo cumplido, conseguido por la brillante primera fase de las de Víctor Lapeña, y por un partido de octavos jugado con inteligencia, tranquilidad… y talento. Corea puso en apuros a España con su defensa agresiva y su acierto desde el triple pero aguantó sólo hasta los últimos minutos del segundo cuarto.

Cada equipo muestra sus armas (18-13)
El primer cuarto navegó por lo marcado en el guión. España tiró de talento y un buen movimiento de balón para anotar las primeras canastas bajo el aro. Aina Ayuso ponía inteligencia en el juego de las de Víctor Lapeña y el 3-11 obligó al primer tiempo muerto. La salida a pista de Jiwoo Lee fue un revulsivo para Corea, que empezó a crear problemas con su defensa agresiva, de mucha movilidad y con dos contra uno constantes. Llegaron los primeros nervios y las recuperaciones coreanas.

Adaptándose a un baloncesto diferente (43-29)
Una falta intencionada certificó la ansiedad de las jugadoras españolas, que se encontraban incómodas ante un baloncesto poco conocido. Aunque España dominaba en la altura de sus pívots, le costaba meter balones dentro, un triple de corea empataba el marcador a 21.  Unos buenos minutos de Lucía Rodríguez y Silvia Serrat volvieron a dar respiro, a pesar del acierto lejano del rival.  Pero el revulsivo fueron dos jugadoras que entraron en este segundo cuarto: Paloma González, desde el puesto de base dotando de tranquilidad al juego, y Lola Pendande haciéndose grande en la pintura

Rompiendo el partido desde la defensa (61-38)
Tras el paso por los vestuarios España volvió a asimilar los conceptos ensayados durante los dos días anteriores. Con tranquilidad, asegurando el rebote defensivo y aprovechándose de un físico superior, la ventaja iba creciendo al mismo ritmo que bajaba la resistencia coreana. España rotaba jugadoras y todas aportaban tanto en defensa como en ataque, mientras que Corea sufría los minutos en los que Lee no estaba en pista. El pase a cuartos se iba consiguiendo poco a poco, con trabajo y esfuerzo.

Victoria con el cerrojo puesto (74-48)
Era el momento de rematar… y vaya si lo hicieron. España puso el cerrojo a su canasta y Corea sólo pudo anotar seis puntos en este cuarto, todos en los últimos 3 minutos. Un parcial de 17-0 fue demoledor y acabó con las fuerzas físicas y mentales de una Corea que, durante buena parte del encuentro, dejó buenas sensaciones. En el primer partido de eliminatoria directa las jugadoras españolas demostraron competitividad y baloncesto de equipo. Con 78 puntos en su marcador, la máxima anotadora no pasó de los 12, lo que demuestra el reparto de responsabilidades en ataque.