PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Lágrimas de emoción, abrazos con los que liberar tensiones y, sobre todo, caras de ilusión fueron los gestos más significativos en la celebración de un Melilla Baloncesto que dejaba atrás su condición de decano de la Liga LEB Oro con su ascenso sobre la cancha del Palacio de los Deportes de Huesca.

Un 27 de mayo que tendrá un lugar destacado en la historia del deporte de una ciudad entregada a su equipo y que gozará ahora de la posibilidad de poder dar el ansiado salto a la Liga Endesa tras dos décadas en las que ha ejercido como uno de los planteles de referencia en la Liga LEB Oro.

1996/97: Asentando las bases del futuro

Fue en la campaña 1996/97 cuando un humilde y modesto proyecto como el del Melilla Baloncesto dio sus primeros pasos en el baloncesto profesional. Por aquel entonces, el conjunto de la Ciudad Autónoma unía su camino al de otras 13 ciudades en lo que fue la fundación de la Liga Española de Baloncesto. Una LEB en la que participaron por primera vez bajo la denominación de Melilla V Centenario Argentaria y en la que -entrenados por Pepe Rodríguez- finalizaron su primera experiencia en sexta posición.

Un curso en el que asentar las bases del futuro para un equipo que, con el paso de los años años llegó a convertirse en el decano de la competición hasta el punto de ser el único plantel en disputar la totalidad de ediciones de la competición.

1998/99: Comienza el reinado de la Copa Príncipe

Corría la campaña 1998/99 cuando el Melilla Baloncesto logró alzarse con su primer título como campeón de la por aquel entonces denominada como Copa Príncipe. Pero su camino no había hecho más que empezar ya que los melillenses no tardaron en convertirse en el equipo más habitual en las finales de la competición. De este modo, la entidad no tardó en sumar su segundo título en la campaña 2000/01 así como su personal triplete en un 2009/10 en el que lograron levantar el primer título con el nuevo formato a partido único.  Un año antes, el equipo se quedó a un solo triunfo del ascenso a la Liga Endesa en la Final Four de Fuenlabrada jugando una final en la que repitieron presencia en 2012.

2007/08: Jaime Auday, el responsable del salto

Fue con su llegada a la presidencia del club mediada la campaña 2007/08 cuando el Melilla Baloncesto inició un auténtico despegar a nivel económico, social y deportivo. Sustituyendo en el cargo a Díaz Corvera tras varios año como presidente, Auday asentó las bases de futuro del equipo reduciendo notablemente la deuda del club para provocar un auténtico crecimiento deportivo que desembocó en un notable aumento de la masa social.

2012/13: Un año para aprender de los errores

La campaña 2012/13 pasará a la historia como la más dura en la hoja de servicios de un club que vivió en sus propias carnes los sinsabores de la competición. Tras materializar el primer y único descenso de su historia el club pudo certificar su continuidad en la categoría desde los despechos iniciando un auténtico despegue deportivo a través de la consecución de diferentes objetivos. De la permanencia a los playoffs creciendo año a año.

2015/16: El año en el que el decano perdió su condición

Fue a lo largo del verano de 2015 cuando el Melilla Baloncesto comenzó a construir un proyecto ganador. Con el técnico de la casa Alejandro Alcoba a los mandos del equipo, la plantilla recibió a ilustres de la competición así como algunos de los hombres más destacados tanto de la LEB Oro como de la Liga Endesa.

De este modo y con la ciudad ilusionada con los nombres llegados al vestuario, dio comienzo una campaña en la que el primer éxito del conjunto melillense llegó con su clasificación para la final de una nueva copa, en esta ocasión la primera edición de la recién rebautizada como Copa Princesa de Asturias. Pese a su derrota, el equipo se llevó de Palencia las mejores sensaciones posibles para iniciar una segunda vuelta en la que contaron con opciones ascenso directo a la Liga Endesa hasta la penúltima jornada.

Ya en la fase final y con ventaja de campo a su favor en las tres eliminatorias, el Melilla Baloncesto fue capaz de eliminar por la vía rápida al Cáceres P. Humanidad (3-0), un camino emulado en semifinales con más apuros ante un Leyma Coruña que aguantó hasta los últimos compases del quinto encuentro (3-2). Ya en la final, y con el Peñas Huesca como rival, los de Alejandro Alcoba reeditaron su arrollador camino de la ronda de cuartos para poder cerrar la eliminatoria por el ascenso durante el tercer encuentro en Huesca.

Con Hernández-Sonseca y Marcos Suka como los grandes dominadores de la serie final, el conjunto melillense ponía de este modo rumbo a una Liga Endesa que supondrá el mejor premio al trabajo de dos décadas completas en la LEB Oro.