Tras sellar la clasificación para el próximo Europeo en su brillante exhibición de la pasada semana en Logroño ante Suecia, la Selección Española Femenina afronta los apasionantes retos de futuro con esas sensaciones favorables con las que convive en los últimos años. El Director Deportivo de la FEB, Ángel Palmi, remarca la ilusión por que España esté en los Juegos Olímpicos con las dos selecciones.
MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
“El baloncesto español seguirá dando muchas satisfacciones en masculino y en femenino” asegura con rotundidad Ángel Palmi una vez comprobada como la salud de la Selección Femenina también se mantiene en la excelencia.
“Es una gozada ver el rendimiento deportivo de un equipo que de manera casi permanente juega los partidos en quinta marcha, con un ritmo que muy pocas selecciones pueden aguantar”, afirmaba Palmi compartiendo, como todos aquellos que presenciamos el partido ante Suecia, la satisfacción
“Estar en los Juegos Olímpicos con las dos Selecciones se convierte en una ilusión que nos une a todos, por la que llevamos años trabajando y por la que pelearemos en el futuro inmediato”
por el resultado y por la forma de conseguirlo por parte de la Selección Femenina. El Director Deportivo de la FEB disfruta además desde el suficiente conocimiento de causa consciente del origen de los éxitos del baloncesto femenino español,
“basados en el buen trabajo de las canteras desde sus clubes y en el trabajo de las Federaciones Autonómicas para, a partir de ahí recoger los frutos la Federación Española y gestionar durante los doce meses del año, directamente en las concentraciones y campeonatos y, permanentemente en la distancia, todos estos talentos”. Ángel Palmi además añade un factor determinante para contemplar el presente y futuro como es el de la implicación de las jugadoras y la continuidad en un proyecto iniciado hace muchos años y que tiene por delante un recorrido ilusionante.
“Ver jugar a la Selección tal y como lo hizo en Logroño proporciona una enorme satisfacción por muchas razones. Primero por ver el grado de implicación, de deseo de estar ahí, de todas las jugadoras. Por ver como el trabajo de años une generaciones y hoy podemos sentirnos orgullosos de tener una selección de altísimo nivel de presente pero además con jugadoras de futuro que provienen de la base y se incorporan a la élite con naturalidad”. Pero en ese engranaje desde el cual se proyectan los éxitos de las selecciones Ángel Palmi destaca un trabajo menos visible pero fundamental:
“Hay unos Equipos Técnicos preparados e implicados a todos los niveles porque tras el rendimiento de esta y todas las selecciones hay unos extraordinarios profesionales trabajando doce meses al año, intercambiando información, buscando la mejora en los procesos médicos, físicos, técnicos, tácticos…”.
UNIR EXCELENCIA E ILUSIÓN
En la pista, la excelencia, pero alrededor de ella, tal y como explica desde la satisfacción Ángel Palmi, el trabajo medido al detalle de muchas personas que desde las diferentes áreas de la Federación impulsan las selecciones.
“Desde hace muchos años el baloncesto español convive con los objetivos del presente y del futuro. Centrándonos en la Selección Femenina, haber conseguido la organización
“Hoy podemos sentirnos orgullosos de tener una selección de altísimo nivel que une generaciones, con estrellas del presente pero además con jugadoras que provienen de la base, se incorporan a la élite con naturalidad y garantizan el futuro de la Selección”
del Mundial 2018 demuestra la mirada hacia el futuro y mientras tanto nos encontramos ante la ilusión del presente, como es la clasificación obtenida para el Europeo y, por supuesto, con el reto de conseguir que el baloncesto español esté representado por sus dos selecciones en unos Juegos Olímpicos. Unimos excelencia e ilusión, dos factores clave para abordar cualquier reto”. El Área Deportiva que dirige Ángel Palmi va afrontando todas y cada una de las etapas a lo largo del año. La atención de las últimas semanas estaba focalizada hacia la obtención del billete para el Europeo y ahora se enfocará, en paralelo a otros muchos retos del resto de selecciones, hacia un Preolímpico Femenino, antesala de un sueño.
“No pudimos estar en Londres porque anteriormente, en Polonia, nos quedamos con la sensación de no haber competido bien. Pero gracias a la tenacidad de estas jugadoras y al cabo de cuatro años, nos encontramos ante la posibilidad de cumplir un sueño. Estar en los Juegos Olímpicos con las dos selecciones se convierte en una ilusión que nos une a todos, por la que llevamos años trabajando y por la que pelaremos en el futuro inmediato”.
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