CARMELO GUTIÉRREZ / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Contrastadísimos jugadores como Guillermo Rejón y Jesús Chagoyen acapararon durante el verano los focos de atención por su regreso a una liga LEB Plata que ganaba en protagonismo y calidad con la llegada de dos pívots con una gran trayectoria en la Liga Endesa.

Pero una vez que el balón se lanzó al aire, dos jugadores que todavía no han alcanzado la veintena reclaman su ‘parte del pastel’, demostrando que, pese a su juventud, están más que capacitados para disfrutar de minutos de protagonismo en la competición. Son Ignacio Ballespín y Miguel González, integrantes del Carrefour ‘El Bulevar’ de Ávila y Comercial Ulsa CBC Valladolid, respectivamente.

Comenzamos con el madrileño. Nacido en Alcobendas el 18 de abril de 1994, Ballespín ingresó en el verano de 2010 en la cantera del Real Madrid, donde evolucionó con éxito por todas las categorías de formación.

Sus dos últimos años en el conjunto blanco supusieron un enorme aprendizaje para el escolta. En el primero, bajo las órdenes de Paco Redondo, conformó un equipo junior para el recuerdo, con jugadores como Luka Doncic, Santi Yusta, Jonathan Barreiro o Andrés Rico, todos ellos ahora en la Liga Endesa.

En el segundo, ya bajo la dirección de Javi Juárez, Ballespín dio un paso adelante tanto en el equipo junior como en la liga EBA, donde promedió más de 27 minutos en pista.

Este verano fue ‘movido’ para Ballespín. Por una parte, disfrutaba de la concentración de la U18M, pero se quedaba con la miel en los labios al suspenderse el Europeo U18. Y por otro lado, tras concluir su etapa blanca, se incorporaba al Baloncesto Fuenlabrada, que lo cedía al Carrefour ‘El Bulevar’ de Ávila.

Y parece que ambos se vienen como anillo al dedo. Su trayectoria en la cantera del Real Madrid le hicieron adquirir una serie de características muy al gusto de David Mangas y de la afición del CUM Carlos Sastre: jugadores intensos, con una enorme actividad defensiva, y que se dejan la piel en cada jugada.

Hasta la fecha, en los cuatro partidos disputados, Ballespín está promediando 8.5 puntos, 2.3 rebotes, 2.3 asistencias y 10.8 de valoración en los más de 25 minutos que está en pista.

La historia de Miguel González es más ‘conocida’ para el aficionado al baloncesto en general.  Formado baloncestísticamente en el ya extinto Valladolid CB, tras su enorme actuación en el Europeo U16 de 2015 y después de haber destacado en los campeonatos de España de clubes y selecciones autonómicas, González contaba con ofertas de los grandes equipos para incorporarse a su cantera.

Pero el jugador decidió permanecer en Valladolid y sumarse al nuevo proyecto del CBC, que le ofrecía jugar en su ciudad, seguir formándose e ir adquiriendo experiencia en la liga LEB Plata.

Tras un primer año en el que las cosas no salieron como esperaban en el club, pero que al jugador le sirvió para seguir creciendo, llegó el verano de 2016 en el que Miguel González fue uno de los jugadores más destacados de la selección U17M que rozó las medallas en el Mundial de Zaragoza (11.2 puntos y 3.7 rebotes).

Después de incorporar esta experiencia a su currículum, González, un exterior que supera los 2 metros de altura, ha dado un paso adelante tanto en sus prestaciones como en su presencia en pista: 10 puntos, 3.0 rebotes y 10 de valoración en 27.8 minutos sobre la cancha.

Pero sí en algo está destacando el vallisoletano es en su espectacular acierto desde la línea de 3 puntos: 10 de 14 (71.4%) que le convierten en el mejor tirados de tres de la competición.