Joan Filbà (Mataró, 10/I/1955) era un tipo de jugador que no abundaba en el baloncesto español. Con 2,07 m tenía muy buena mano y, después de comenzar a jugar a los 11 años en el ADCC de su ciudad natal, pulió su estilo en la escuela del Joventut, al que llegó con 15 y donde formó parte de un formidable grupo júnior que pasó casi por entero al primer equipo, con el que ganó, siendo titular en un quinteto casi inamovible a las órdenes de Antonio Serra, la Liga 77-78.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Fue internacional juvenil y júnior (35 veces, un récord) y con sólo 20 años debutó en la selección absoluta, en un amistoso ante Canadá, el 25 de mayo de 1975. Jugó el Europeo de ese año y el siguiente. En total, 25 partidos.
En 1979 dejó el Joventut, pero no Badalona: fichó por el Cotonificio. Luego pasó al Manresa y al acabar la temporada 80-81 firmó por tres años por el OAR Ferrol. Pero nunca llegó a jugar con los gallegos. El 10 de junio de 1981, de madrugada, sufrió un accidente de tráfico en las cercanías de Arenys de Mar, que le provocó múltiples heridas. La más grave, en las vértebras cervicales, porque éstas le pellizcaron la médula espinal. No perdió el conocimiento y él mismo explicó que se había salido en una curva al distraerse por encender un cigarrillo pero había podido salir del coche por su propio pie y, antes de desplomarse, dar a la Guardia Civil la dirección y el teléfono de sus padres.
En un principio se habló de un plazo de recuperación de seis meses. Tras una intervención quirúrgica que se consideró un éxito, salió de la UCI, pero dos meses después, en agosto, su madre confirmó los malos augurios: la parálisis que sufría en ambas piernas era irreversible. No sólo no podría volver a jugar a baloncesto; no podría volver a caminar. Además, habían surgido graves problemas respiratorios. "Joan está muy decaído y sin moral; es una triste suerte que le haya sucedido algo así", explicó la madre. Tuvo que volver a la UCI y ya no saldría de ella.
En septiembre, su ex compañero Luis Miguel Santillana le cedió la recaudación (un millón de pesetas) de su homenaje en un partido con la selección europea y se jugó un amistoso Joventut-Cotonificio (95-99) en beneficio suyo, al que contribuyeron también el Ayuntamiento de Badalona y el Colegio Catalán de Árbitros: otras 600.000. Joan Filbà falleció en la madrugada del 10 de octubre de 1981 en un hospital barcelonés.