Hizo historia vistiendo la camiseta del FC Barcelona y de la Selección y se hizo un nombre como entrenador optando a los principales títulos europeos en la Liga Endesa pero el baloncesto ha obligado a reconvertirse a un Quim Costa capaz de convertir la adversidad en virtud para impulsar a un Peñas Huesca imparable durante las últimas semanas.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Lejanos quedan ya aquellos años 80-90 en los que el Peñas Huesca y su coqueto pabellón ejercieron como la Cenicienta de una Liga ACB a la que llegaron no sin pocos esfuerzos y en la que se mantuvieron con maestría durante 11 temporadas gracias al esfuerzo constante de una de las localidades más modestas del baloncesto español.
Pero en Huesca están empeñados en demostrar que el mapa del baloncesto debe tener un lugar para ellos tras un regreso desde los infiernos dirigido magistralmente desde los despachos durante las últimas temporadas y respaldado sobre la pista por todo un ilustre, un Quim Costa que ha sabido adaptarse a las circunstancias del baloncesto actual.
Y es que el técnico catalán ha sabido reconvertir las dificultades económicas de unos tiempos difíciles en toda una oportunidad para algunas de las principales promesas de la cantera nacional como mejor aliado de los principales equipos ACB en la formación de sus estrellas de futuro.
Quim Costa: “Somos un grupo comprometido con el equipo”
Su voz en la sala de prensa del Polideportivo de Pumarín era la de un hombre feliz. La de un técnico que acababa de ver reflejado el fruto de cientos de horas de trabajo con la quinta victoria consecutiva de un Peñas Huesca que asaltaba en Oviedo la quinta plaza de la clasificación.
Todo un logro para uno de los presupuestos más modestos de una competición en la que si algo demuestra el cuadro oscense cada fin de semana es un enorme trabajo previo a cada uno de los encuentros. Así lo dejaba entrever el técnico catalán en su análisis postpartido: “Nuestra seriedad y nuestro ritmo constantes han sido la clave para ganar en Oviedo. Empezamos el partido muy concentrados y con las ideas claras en cuanto a lo que teníamos que hacer. Tuvimos una buena presión defensiva en todo el campo que no les permitió jugar con comodidad así como con una intensidad sobre sus hombres claves con la idea de poder reducir sus porcentajes a la par que íbamos haciendo las cosas bien en ataque. Cuando ellos han logrado ponerse a uno el equipo respondió muy bien lo que terminó de afectar a nuestro rival con una precipitación que nos permitió jugar con comodidad el final del partido”.
De este modo llegó el noveno triunfo del curso para uno de los conjuntos revelación de una LEB Oro en la que la mano de Quim ha obrado un nuevo milagro para los del Alto Aragón en poco más de tres meses de competición: “Cuando empezamos la temporada éramos una de las incógnitas de la competición ya que prácticamente todos nuestros jugadores eran nuevos formando un grupo muy joven. Nuestro objetivo prioritario era el de evitar el descenso y no comenzamos bien ya que nos costó arrancar. Teníamos altibajos en el juego e intervalos pero en el último mes hemos comenzado a jugar mucho mejor lo que ha propiciado que comenzáramos a ganar lo que te da confianza para seguir creciendo y sobre todo para poder hacer un partido tan completo como el que hemos visto en Oviedo”.
Una madurez cimentada en el crecimiento de un grupo que madura a pasos agigantados y que va teniendo más que claros los conceptos marcados por su técnico sobre la pizarra: “Cada vez estamos teniendo mejores porcentajes de tiro fruto de que tenemos una mayor circulación de balón y de que sabemos leer mejor el juego. A comienzos de temporada no nos conocíamos aún muy bien y teníamos ansiedad en ataque lo que propiciaba que nos precipitáramos en el juego. Ahora sabemos cuándo quiere cada jugador el balón o cómo lo quiere y eso nos ha ayudado a ser mejores como equipo”.
Y todo ello sin la presencia de dos hombres importantes como Guille Colom y, especialmente, un Lluis Costa apartado de las pistas por lesión durante las últimas semanas. Dos bajas que han pasado desapercibidas ante los buenos resultados del plantel: “Este último partido era de mucha exigencia y podíamos cometer el error de que si forzaban volvieran a recaer por lo que decidimos esperar. Lluis está ya a punto de volver a los entrenamientos ya que hasta ahora sólo ha hecho tiro y cosas puntuales pero esperamos que el próximo viernes puedan jugar ya al estar en la recta final de su recuperación”.
Con su vuelta, el equipo continuará con su camino en una competición en la que Quim Costa tiene muy claro su deseo de cara a la segunda vuelta: “No sé dónde estará nuestro techo pero por ahora tan sólo pensamos en que nuestros jugadores sigan mejorando individualmente ya que si conseguimos esto, nos dará la oportunidad de poder mejorar como equipo. Espero y deseo que tengamos los pies en el suelo y creo que podemos conseguirlo porque tenemos un grupo humano muy bueno, que tiene un buen ambiente y en el que el equipo está por encima de las individualidades. A veces los egoísmos te apartan de esa buena línea por lo que espero que en este equipo no aparezcan y podamos seguir avanzando hacia arriba”.