FRANCISCO RABADÁN / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Hace un año en Madrid, Serbia ocupó el lugar destinado a España en la final de la Copa del Mundo ante Estados Unidos. No fueron ellos, los verdugos de los nuestros en el camino, sino una Francia que posteriormente sucumbiría ante los chicos de Sasha Djordjevic en las semifinales del campeonato. 

La trayectoria de Serbia ha sido casi inmaculada en el camino al EuroBasket contabilizando nueve triunfos y una única derrota –una vendetta de Francia (65-78) en Belgrado por lo acontecido el año pasado- siendo una de las selecciones que más ha jugado en esta preparación y con victorias ante equipos candidatos a cotas altas como Francia, Eslovenia o Rusia.

Djordjevic apenas ha cambiado la estructura que el año pasado le llevó al éxito en su primera experiencia al frente del equipo. Si acaso destacar la ausencia por retirada de su capitán Nenad Krstic –ya la temporada tuvo un rol muy reducido- y la entrada de dos jugadores con pasado NBA como Nemanja Nedovic y Ognjen Kuzmic. Ellos elevarán un listón ya de por sí alto en un equipo con tres jugadores que han brillado internacionalmente esta temporada como el capitán Milos Teodosic, el alero Bogdan Bogdanovic y Nemanja Bjelica –MVP de la Euroliga-. 

Serbia cuenta con una rotación amplia con gran dependencia del acierto en el lanzamiento exterior. Eso les hace contar con un arma de doble filo ante equipos fuertes, ya que son capaces de lo mejor y lo peor. España tendrá que poner especial atención en detener sus rachas tiro y en cargar pronto a Raduljica, el pívot en el que Djordjevic tiene más confianza.

El último precedente de enfrentamiento entre España y Serbia se saldó con triunfo (89-73) para los nuestros en Granada en la pasada Copa del Mundo. En aquel choque, Pau Gasol lideró la ofensiva española con 20 puntos. Esperemos el mismo resultado este sábado y, por qué no, el mismo resultado. Sería la mejor manera de comenzar el EuroBasket.