POR JOSÉ LUIS SÁEZ
La historia de la Selección es una historia de compromiso. Y en los últimos años afortunadamente también de grandes éxitos. Pero sobre todo ha sido siempre una historia de retos.
Y el de este verano es como todos apasionante, pero también especialmente difícil y doblemente importante. Porque no sólo vamos a jugar por conseguir lo máximo posible en el Eurobasket sino que también está en juego una gran parte de las posibilidades de poder defender dentro de un año, en Río 2016, las dos históricas medallas olímpicas consecutivas de Pekín 2008 y Londres 2012.
Todos somos conscientes –y el equipo el primero- de que va a ser un campeonato muy duro, y lo va a ser desde el principio, en una fase de grupos en la que vamos a tener rivales de primer nivel con el mismo objetivo que nosotros. Pero este pasado viernes, cuando el equipo se reunió en Madrid, lo hizo no sólo con la responsabilidad de empezar a prepararse para afrontarlo con plenas garantías sino también, como cada verano, con la ilusión de volver a defender los colores que nos unen.
Esta vez en Madrid echamos de menos a jugadores que a lo largo de estos últimos años nos han ayudado a ser grandes y que sin duda nos seguirán ayudando en las próximas citas. No han podido estar, pero siguen formando parte de este equipo y los sentimos a nuestro lado, empujando y sumando igual.
El gran reto europeo de este verano coincide además con el 80 aniversario del primer partido de esta historia maravillosa, el que España jugó en el estadio madrileño de Chamartín contra Portugal. Fue aquel partido no sólo el primero sino también la antesala de la que, unas semanas después, sería la primera medalla del palmarés del equipo. Una medalla Europea.
Desde el profundo respeto y admiración que en la FEB profesamos a nuestro pasado, quiero aprovechar el arranque de la concentración de la Selección 2015 para encarar el que es un reto de futuro y transmitir a todos los que han hecho posible esta historia el orgullo de quienes formamos parte del Baloncesto Español –clubes, jugadores, entrenadores, árbitros, directivos, instituciones, empresas, medios de comunicación y aficionados-, con un especial recuerdo a aquellos pioneros que en abril de 1935 escribieron su primera página.
Entre todos les debemos seguir escribiendo muchas más.