PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Había pedido Paco Redondo a sus hombres intensidad defensiva para poder crecer en el encuentro y no le defraudaron lo más mínimo sus jugadores a lo largo de un partido inaugural en el que la Selección U20M tuvo que hacerse fuerte bajo su propio aro para poder controlar el mando de un encuentro en el que sumaron su primer triunfo del campeonato.

Con Alberto Abalde, Marc García y Juancho Hernangómez de vuelta tras superar sus respectivas lesiones, la Selección adquirió las mejores sensaciones posibles en un campeonato que vivirá mañana su segunda etapa con el enfrentamiento ante Rusia a partir de las 14:15 h.

La intensidad defensiva rompe un frío inicio (20-16)

Había avisado Paco Redondo a sus jugadores de la importancia que iban a tener los primeros compases de un encuentro al que República Checa llegó dispuesta a dar el primer golpe sobre la mesa. Una ambiciosa actitud que sorprendió a la Selección Española durante unos primeros compases en los que el equipo se mostró maniatado por los nervios. Con Alberto Abalde anotando sus primeros puntos del verano una vez recuperado de su lesión, los jugadores españoles vieron como su rival se hizo con las primeras ventadas de un duelo en el que mandaba su intensidad defensiva (2-6). Hasta 5 minutos necesitó la Selección para poder romper con ese frío inicio a través de los primeros rebotes bajo su propio aro para poder correr a la búsqueda de un aro taladrado por el primer triple de Ander Martínez. España comenzaba a sentirse cómoda y los primeros robos de balón trajeron consigo las canastas al contragolpe de un Juancho Hernangómez que dejó atrás su esguince de tobillo para colgarse del aro rival (18-13). De este modo, la Selección se hizo con el mando de un encuentro en el que República Checa seguía buscando sus opciones a través de balones a sus jugadores interiores (20-16).

Chequia aprieta obligando a reaccionar de nuevo (18-14)

Y fue precisamente en la pintura donde lograron los checos sus primeros puntos de un segundo acto en el que Adam Pechacek no tardó en encontrar la complicidad de Martin Peterka. Entre ambos jugadores la República Checa se metió de nuevo en partido llegando a voltear el electrónico lo que obligó al seleccionador a frenar el crecimiento rival a través de un tiempo muerto (26-27). Lejos de dejarse llevar por el parcial de 0-7 favorable a su rival, la Selección Española no tardó en reaccionar con una canasta de Nigués y, especialmente, con 5 puntos consecutivos de un Xavi Moix realmente inspirado desde el perímetro que permitió a los nuestros lograr un nuevo impulso de cara a un descanso en el que tomar aire de cara a una intensa segunda parte (38-30).

La defensa y el rebote, de nuevo las claves (13-13)

Con el objetivo prioritario de poder mantener las sensaciones del primer tiempo regresó a la pista una Selección Española muy metida en partido. Los hombres de Paco Redondo fueron capaces de detener los impulsos ofensivos de una Chequia que perdía la batalla del rebote ante una España a la que Ilmane Diop permitió correr una y otra vez para que Alberto Abalde desplegara toda su magia con un estratosférico mate seguido de una nueva canasta acompañada de un tiro adicional (42-35). Radovan Kouril trataba de imponer el ritmo de su equipo pero España se encontraba muy metida en partido gracias a un Marc García capaz de mantener intactas las diferencias en el marcador (51-43).

El paso de los minutos certificó el triunfo (20-11)

Poco cambiaron las cosas con el comienzo del último periodo. Los intentos de República Checa a la hora de intentar recortar diferencias en el marcador chocaban una y otra vez con  la férrea defensa de una Selección Española que aprovechaba los tiros libres para cruzar la tan famosa barrera psicológica de los 10 puntos (57-46). El seleccionador rival no dudó a la hora de parar el encuentro pero nuevamente el 4,60 permitió a Alberto Abalde incrementar diferencias ante una Chequia que, con el reloj en su contra, vio cómo se multiplicaban sus errores ofensivos. Con Juancho Hernangómez en modo MVP los nacionales tan sólo tuvieron que esperar al bocinazo final para certificar un triunfo basado en la defensa (71-54).