El equipo firmó un inmaculado tres de tres en la primera fase del Europeo U20 de Lanzarote tras vencer a una sorprendente República Checa en la primera mitad. Helena Orts lideró el ataque español con 18 puntos y 20 de valoración.
FRANCISCO RABADÁN / ÁREA DE COMUNICACIÓN
Ver un partido de la República Checa evoca a la película Atrapado en el tiempo de Bill Murray. Tres encuentros y los tres con idéntico inicio, nudo y desenlace. El equipo centroeuropeo sorprendió a una España relajada –estaba clasificada matemáticamente como primera de grupo- a la que puso en apuros en los dos primeros cuartos, merced al desacierto de las nuestras en el tiro exterior y una mayor intensidad. Sólo una gran Marina Lizarazu mantenía la chispa en el equipo con sus electrizantes penetraciones a canasta.
El panorama cambió radicalmente en la segunda mitad. España había estudiado a la perfección los partidos de las checas, conociendo que a partir del tercer cuarto el equipo bajaba enteros físicamente. José Ignacio Hernández castigó al rival con una defensa presionante a toda cancha con tres bases –Yaiza, Leticia y Marina- que generó un parcial de 16-0, una losa imposible de levantar para nuestro rival.
El último cuarto permitió al seleccionador seguir mezclando quintetos y dando oportunidades a jugadoras con menos protagonismo en partidos anteriores. Las asistencias de Marta Canella, los tapones -2- de Carolina Esparcia o los rebotes de Sara Zaragoza dieron buena cuenta de la implicación plena de las 12 jugadoras.
España pasa a la siguiente fase dando sensaciones muy positivas como bloque compenetrado y con capacidad para seguir creciendo en las próximas citas ante rivales de una entidad mayor como Bélgica u Holanda.