MIGUEL PANADÉS

La primera y fabulosa sorpresa fue comprobar el grado de interés que despertó una clase de asistencia voluntaria para los alumnos del Curso Superior. Prácticamente todos arrancaron tiempo al descanso y al estudio para invertirlo en un enriquecedor encuentro en el que varios técnicos que han estado o están en diferentes países como entrenadores explicaban sus respectivas experiencias y por lo tanto aconsejaban sobre cómo afrontar un reto que hoy se convierte en muy habitual.

Fernando Gordo presentó un vídeo que resumía un viaje de seis meses por diecinueve países de cuatro continentes. Una idea nacida desde la ilusión que fue tomando forma y de la mano del ingenio, del esfuerzo y de la generosidad de todos estos entrenadores españoles repartidos por el mundo, se convirtió en realidad convirtiéndose en una experiencia de vida única e inolvidable.

Pero además de la experiencia de World Tour, esa noche en el Hotel Tryp de Zaragoza sirvió para instruir a casi ciento cincuenta entrenadores, algunos de ellos habiendo vivido ya lejos de España ejerciendo el oficio o profesión de técnicos y otros muchos contemplando entre sus planes de futuro, la posibilidad de hacer las maletas y, como otros tantos miles de ciudadanos españoles, abrir horizontes profesionales. Y ahí aparecieron aspectos que iban desde los burocráticos hasta los emocionales, desde la necesidad de dominar el inglés hasta la capacidad de adaptación a las características del destino.

Y pasadas las doce de la noche y entre una sana curiosidad incipiente por parte de todos los presentes en la sala de actos fueron muchos los que, finalizado el turno de valiosos ejemplos, emprendieron un particular “viaje imaginario” colocando esa alternativa de vida y profesión y opción de futuro como entrenadores, entre sus nuevas ideas, entre sus nuevos sueños.