IBON LANDA / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Heraklion, ciudad griega en la que se está disputando el Mundial U19M, es conocida por el Palacio de Cnosos y su leyenda del Minotauro, el laberinto creado por Dédalo y Teseo. El empeño y el tesón gran héroe ateniense es el que tienen que ejemplarizar lo que van a vivir mañana los chicos de Joaquín Prado en Creta. Juegan ante los anfitriones, los griegos, crecidos por sus resultados de hasta el momento y con las ganas de agradar a los casi 5.000 aficionados que les han estado acompañando hasta el momento. Una empresa difícil para los nuestros, tan complicada como salir de un laberinto, pero sin lugar a dudas nada imposible.

Para acercarnos mejor a lo que realmente es el partido de mañana hay que rebobinar prácticamente trece meses. En la segunda fase del Europeo U18 de 2014 se enfrentaron helenos y españoles con las fuerzas igualadas hasta el punto de que el partido se resolvió en la segunda prórroga. En un equipo en el que repiten hasta seis jugadores españoles y nada menos que diez griegos.

Ahora el partido se juega en terreno griego, algo que hasta el momento ha sido un plus para los anfitriones, y además llegan al cruce de cuartos con mucha confianza. La que les ha dado sumar al gran equipo del año pasado a una pieza como Tyler Dorsey y recuperar -solo ha jugado los octavos- a uno de sus baluartes, el ala-pívot Charalampopoulos.

Para los de Joaquín Prado va a ser un encuentro difícil pero de los que sirven para sumar experiencias. Tal y como dijo el seleccionador en la previa de octavos y trasladándola a esta, "ambos equipos están a un partido de las semifinales". Para ello, superar el ambiente que se dé en el pabellón, estar muy concentrados y competir al máximo, algo que siempre hacen, será lo imprescindible.