SELECCIÓN FEMENINA:
El Método de la armonía
6/30/2015 - 4:58 PM
Un verano más la selección femenina cierra su participación en un campeonato con la sonrisa plasmada en el rostro de todas sus jugadoras y equipo técnico. Una nueva satisfacción no sólo por el hecho tangible de la medalla y la clasificación para el preolímpico sino por las formas y fondo con las que se ha logrado.
MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
El éxito llega siempre desde los aspectos objetivos y los subjetivos, desde las formas y el fondo, desde los datos tangibles y, sobretodo, de los intangibles. El éxito es lo que se ve pero también lo que se siente. Es lo que se dice pero fundamentalmente lo que se piensa, lo que se sueña. El baloncesto que ofrece la selección femenina tiene mucho de prosa pero le envuelve la poesía, es práctico y realista pero siempre persigue la utopía. Consiguen ilusionar con su juego incluso cuando tienen una mala noche porque a falta de canastas aparece el corazón y cuando el acierto acompaña siempre se suma la ilusión, siempre se busca no sólo la victoria sino la capacidad para disfrutar de un maravilloso juego llamado baloncesto.
Es el método de la armonía, del ingenio de su entrenador y la sonrisa de complicidad de sus ayudantes. Del abrazo espontáneo e imprescindible, del grito de rabia justo y preciso, del impulso necesario para arrastrar no sólo a una sino a todas. Ver actuar esa selección invita a reflexionar sobre cómo obtener el mejor rendimiento de un grupo teniendo entre las herramientas para lograrlo una llamada alegría. Vale la pena analizar cómo la táctica puede ser importantísima pero no para encorsetar sino para disfrutar de ella implicando a todas y en esa misma línea, la defensa puede proporcionar unos maravillosos estímulos desde donde cualquier jugador-jugadora tome la iniciativa en el partido.
Ha sido un campeonato durísimo, intenso y en él, una actuación española ilusiónate porque ahí se ha visto como al respeto porque lo ha sido se une la realidad de lo que es y la esperanza de lo que puede ser en el futuro. Se ha visto una fusión generacional que muestra la trayectoria de un baloncesto femenino español convertido en permanente manantial de nuevos talentos que van provocando un relevo armónico, natural, optimista. Llevamos años hablando de la alegría como herramienta para obtener un mejor rendimiento individual y colectivo. Llevamos años entendiendo que en la dirección de grupos la motivación más grande es hacer sentir a todos importantes, desde la primera a la última independientemente de minutos o roles y sobretodo en la participación activa, inteligente, del cuerpo técnico y acompañantes del grupo. El éxito ha sido la medalla pero el verdadero triunfo ha sido la expresión de satisfacción de todos en esa foto final.