MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Durante unos días que quedarán guardados para siempre en sus jóvenes memorias viajaron por España con maletas repletas de ilusión, se encontraron con nuevos e improvisados compañeros, algunos conocidos antes como adversarios en campeonatos de España, y de la mano de un preparado grupo de entrenadores, fisios, preparadores físicos, médicos y delegados fueron tratados con las atenciones que reciben siempre todos aquellos y aquellas que entran a formar parte de las selecciones FEB. Compitieron en Torneos y sintieron esas emociones de principiante, propias de quien se enfunda una camiseta que puede pesar por la responsabilidad en los primeros minutos pero que luego da alas y permite expresar todo el talento que le has llevado hasta ahí.

Tres Cantos, Sant Adrià y Jaca recibieron y atendieron con máxima cordialidad a las selecciones masculinas y femeninas U14 y U13 y una masculina todavía más joven, U12 compitiendo con rivales un año mayores. Jugadores y jugadoras nacidos en 2001, 2002 y 2003 en la clara demostración de que el Gabinete Técnico de la Federación Española de Baloncesto quiere ir, de la mano del trabajo extraordinario que realizan los clubes y las Federaciones Autonómicas, a buscar a los talentos más jóvenes, más prometedores para empezar desde muy jóvenes a sumar experiencias que les permitan formarse todavía mejor.

José Silva como seleccionador con la U14 Masculina y Javier Torralba con la U14 Femenina ponían en 2015 las primeras piedras de ese posible edificio de cara al Europeo 2017 entendiendo que en el camino algunos que no están pueden sumarse en el mañana y, al revés, nadie tiene garantizado el futuro si no va acompañado de esa ilusión convertida en horas en entrenamiento y mejora que se combina con el imprescindible rendimiento escolar. José María Panadero con la U13 Masculina y Ángel Carmona con las U13 Femeninas miraban a un objetivo todavía más lejano como es 2018 y Xabi Chico se encontraba con un grupo de jugadores todavía en edad de minibasket pero que ya eran capaces de comportarse con naturalidad en aro alto y balón grande mirando hacia ese lejanísimo para ellos 2019. Seleccionadores que dirigían fantásticos Equipos Técnicos, que eran capaces de transmitir a los jóvenes talentos esos valores propios de todas las selecciones españolas y que convierten estas experiencias en inyecciones de ilusión para seguir mejorando.

Felicidades a todos, más allá de resultados de éxitos, dos primeros puestos, un segundo, un tercero y un cuarto, más allá de los rendimientos deportivos. Felicidades por haber sido capaces de vivir estos días como una experiencia enriquecedora y motivadora para seguir creciendo. Son talentos a los que sus respectivos entrenadores deben saber potenciar, a los que el baloncesto debe permitirles expresar esas habilidades en muchos casos innatas y a la vez mejorar esas carencias propias de la edad.