MASTERS 2015
DIRECCIÓN: Entrenadores, gestores, líderes
5/27/2015 - 1:02 PM
De la mano de dos extraordinarios gestores de grupo como son Lucas Mondelo y Jaume Ponsarnau, mostrando dos estilos de comunicación diferentes en la forma pero eficaces en la búsqueda del objetivo, el Master de Dirección pretende localizar los aspectos claves en la labor del entrenador al frente de un equipo.
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MIGUEL PANADÉS
Ambos poseen la enorme virtud de conseguir acaparar la atención de sus jugadores y jugadoras y, en este caso, de los alumnos o entrenadores asistentes al Master, desde la naturalidad. La capacidad para improvisar, la facultad para convertir la intuición en ciencia hace que Lucas Mondelo sea capaz de convertir en sencillo lo que para muchos puede llegar provocar largas horas de debates. El seleccionador español femenino posee la gran virtud de simplificar las dificultades transformándolas en herramientas de inmenso valor para sus jugadoras. Consigue tranquilizarlas desde el convencimiento de que las estrategias serán superiores al rival. Consigue convencerlas de que nadie puede con ellas si son capaces de neutralizar las fuerzas del adversario y sacar a relucir en el escenario, en la pista, las virtudes propias. Su dirección se basa en el mensaje directo y en la fuerza de la táctica. “Hace años descubrí que era importante trabajar la capacidad de adaptación de las jugadoras a las diferentes situaciones que se producían en los partidos. A medida que han pasado las temporadas he aumentado las dosis en el tiempo dedicado a este aspecto y desde los entrenamientos me gusta tener los equipos preparados para todo. No creo en el “Dios Scouting” y sí en la pregunta de “qué haría yo si fuera el entrenador rival”. Le doy tanto valor a tener todo previamente preparado como a la capacidad de, desde la intuición, variar el guión de un partido”.
Jaume Ponsarnau se presenta ante sus jugadores y también en este caso ante los alumnos o entrenadores del Master con la normalidad como principal argumento. Pero que nadie se lleve a engaño porque esa “aparente normalidad” esconde muchas, muchísimas horas de estudio, de análisis sobre qué discurso llegará más al jugador, sobre cómo gestionar la dificultad o el éxito. Ponsarnau seduce porque se coloca a la misma altura que cualquier otro desprendiendo sin embargo un carisma especial, entrañable, que consigue convencer desde la credibilidad que desprende. “Los entrenadores debemos vivir siempre con la mente completamente abierta a recibir información, a procesarla, a analizar si algo de los recibido es aplicable a nuestro equipo para, a partir de ahí convertirnos en transmisores de ideas, de conocimientos”.