PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
“¿Quién nos lo iba a decir cuando nos vimos por primera vez en pretemporada?”. Con esta frase cargada de simbolismo dio comienzo sobre la cancha del Pazo la final de un playoff por el ascenso que ha despertado todas las miradas del baloncesto reforzando el papel de una Adecco Oro en la que sus dos protagonistas han devuelto la ilusión a sus respectivas ciudades.
Un camino en el que Ourense Baloncesto y Ribeira Sacra buscarán el próximo fin de semana las dos victorias que deben valer su ascenso a la Liga Endesa tras el empate inicial en un doble compromiso cargado de anécdotas, curiosidades y un gran ambiente durante el estreno en tierras ourensanas.
Vestuario y autobús, tomados por las aficiones :
El reloj marcaba las 19.28 horas de la tarde del viernes cuando el autobús que trasladaba a la expedición del Ribeira Sacra Breogán afrontabó los últimos metros en su camino al estreno de la gran final. Un camino que tuvieron que detener de manera inesperada ante una gran humareda, la formada por las bengalas con las que sus aficionados acompañaron al vehículo a través de una Rúa Papon que llevó al conjunto celeste hasta las puertas del pabellón ourensano.
Allí, el plantel breoganista recibía el primer aliento de la tarde por parte de unos aficionados que comenzaban a compartir espacio con los seguidores locales. Y es que, en el mismo lugar, y apenas unos minutos antes, las peñas del Ourense Baloncesto habían recibido con pasillo y aplausos a unos héroes a los que les aguardaba aún una gran sorpresa.
Salva Arco, el primero en llegar, no tardó en descubrirla al cruzar la puerta de su vestuario. Empapelada de arriba abajo por la peña Siareiros COBistas los jugadores podían leer a su entrada diferentes mensajes de ánimo de una afición aliada incluso con las familias de los protagonistas de la final. Con la inestimable colaboración de Lucia y Amanda, parejas de Salva Arco y Edu Martínez, el vestuario se llenó de fotografías y mensajes de ánimo se unos familiares orgullosos del trabajo de unos jugadores a los tocaron la fibra sensible a 90 minutos del estreno del momento más importante del año.
¿Quién nos lo iba a decir… tras empezar de cero!
Con ambos equipos concienciados del gran apoyo mediático con el que iban a contar, los protagonistas de la final saltaron a la cancha para iniciar el calentamiento en un pabellón aún vacío y en el que no faltó la cordialidad entre dos planteles que se conocen a las mil maravillas.
Saludos entre viejos amigos, conversaciones entre ex compañeros e incluso algún que otro abrazo entre rivales de la tierra como los canarios Christian Díaz y Ale López marcaron los primeros pasos de una serie en la que el técnico visitante Lisardo Gómez saludaba al cuerpo técnico rival con un “¿quién nos lo iba a decir en pretemporada…”. Una frase cargada de simbolismo y con la que el técnico gallego reconocía el trabajo de dos equipos que se han tenido que emplear a fondo para poder alcanzar la ansiada final.
Y es que ambos planteles tuvieron que rehacerse el pasado verano iniciando un nuevo camino en el que merece una mención de honor el crecimiento de un Ourense Baloncesto renacido tras dos temporadas luchando por la permanencia. Toda una liberación que en el Pazo festejan cada noche de viernes con la inestimable colaboración de un Pablo Alborán del que han tomado como propio su “Volver a empezar”, tema con el que el speaker DJ Tibu espolea a sus jugadores justo antes del salto inicial, cántico de guerra que no podía faltar en la noche más importante del año.
Ambos equipos estaban preparados y tan sólo restaba poner el balón en juego.
Los gestos: de Rocky Arco al recuerdo de Álex Llorca:
Con el Ourense Baloncesto llevándose el primer asalto con cierta solvencia y el Ribeira Sacra igualando la serie en el segundo poco más se puede analizar sobre lo acontecido en el juego de uno y otro equipo pero sí acerca de todo aquello que rodeo a la final.
Porque, como no podía ser de otro modo, este tipo de encuentros está rodeado de gestos y simbolismos con los que sus protagonistas buscan esos impulsos tan necesarios para poder convertirse en los reyes de los pequeños detalles que suelen decantar las finales. Y si no que se lo digan a un Salva Arco que durante los dos encuentros saltó en solitario a la cancha de un Pazo aún a oscuras con la banda sonora de Rocky Balboa a tope en la megafonía del Pazo. Con la complicidad de José Luis Vázquez -trabajador del club- el escolta catalán boxeó durante unos segundos sobre la pista antes de realizar sus primeros lanzamientos a canasta. Sin duda una motivación extra para llegar al encuentro lo más enchufado posible.
Pero sin lugar a duda, uno de los gestos más emotivos llegó a cargo de un Álex Llorca cuya vida personal ha sufrido dos duros reveses durante la temporada con la pérdida de sus dos abuelos. Es por ello que el escolta catalán levanta desde el salto inicial el dedo índice de su mano derecha al cielo tras cada canasta en recuerdo de su abuelo materno Antonio Castillo y, en especial, del paterno, un Pepe Llorca fallecido apenas unas horas del comienzo de la última serie del playoff.
El “provocador” Lisardo electrizó a su propia afición:
Y si importante está siendo el papel de los jugadores no menos lo está siendo el de los técnicos como líderes de sus respectivos vestuarios. Ovacionados y coreados por sus respectivas aficiones en infinitud de ocasiones durante el fin de semana Lisardo Gómez se convirtió en todo un “provocador” de su propia afición al descanso del segundo asalto. Con su equipo seis puntos arriba, el técnico visitante desvió ligeramente su camino hacia el vestuario para reclamar más apoyo de su afición con la mano sobre sus oídos. El entrenador lucense mostraba de este modo su simbiosis con una afición que comenzaba a rugir aún con más fuerza si cabe tras la petición de un hombre de la casa.
Un gesto que comenzó a decantar el camino de los suyos hacia un triunfo que ponía el 1-1 en la serie pero que no lograba amilanar a una afición ourensana volcada con su equipo. Así pudo comprobarse con la enorme ovación recibida por Gonzalo García de Vitoria tanto en su camino desde el vestuario a la rueda de prensa como en sus pasos para abandonar un Pazo del que su equipo se marchó siendo consciente del gran apoyo mediático con el que contarán para la resolución final de la serie.
Y mientras tanto, los twitter pone la pimienta:
Con todos los ingredientes para que esta final fuera un auténtico éxito, ni uno ni otro club desaprovecharon la oportunidad de poder llegar hasta el último rincón de una Galicia encantada con su derbi. La mejor muestra de ello el gran trabajo conjunto realizado por los Departamentos de Prensa de ambos conjuntos bajo la etiqueta común #oderbidomiño. Con ella, las aficiones de Ourense Baloncesto y Ribeira Sacra han podido asistir a un sano pique a la hora de dar pequeños pasitos hacia la conquista mediática de una final en la que los responsables de prensa Roi Rodríguez y Marcos Fernández son ya los MVPs de Twitter con la inestimable colaboración de María Limas y José Luis Vázquez.
Con la pimienta aderezando la final durante toda la semana no será hasta la noche del próximo viernes cuando esta gran final escriba una nueva página a su brillante historia…