REFLEXIONES
SELECCIÓN FEMENINA: Un menú degustación
5/22/2015 - 1:59 PM
Más allá de resultados, de objetivos tangibles focalizados hacia la clasificación para las Olimpiadas, la imagen de la selección española es la de la ambición ilimitada por conseguir alcanzar la excelencia en el desarrollo del juego. No hay carta previa: te sientas y te dejas sorprender.
MIGUEL PANADÉS
Son tantos años juntas, tantas experiencias en diferentes selecciones de formación o en la absoluta, tantas concentraciones acumuladas en todo el itinerario competitivo que en el ADN de estas jugadoras, de cualquiera de ellas independientemente de la edad y recorrido anterior, adquiere unas características inconfundibles. El sello de esta selección que se dirige desde la creatividad, desde la valentía, desde la riqueza táctica, la convierte en reconocible desde el primer momento del primer partido de preparación y en sorprendente una vez se exponen sobre la mesa todos diferentes alicientes.
Nuevamente fue una gozada asistir a un partido de España, independientemente de que fuera amistoso o de que el marcador se disparase porque nuestra selección desde antes incluso del salto inicial ya transmitía ambición por disfrutar del juego, por convertir ese partido en una exposición virtudes, en una declaración de intenciones.
Claro que ese grupo de campeonas quieren ganar, claro que quieren conseguir los objetivos propuestos pero todas y cada una de ellas, todos y cada uno de los miembros del cuerpo técnico, transmiten desde la mirada que lo que realmente desean es disfrutar del camino, de ese maravilloso viaje por el baloncesto que desde hace muchos años significa formar parte de una selección, de cualquier edad.
Las propuestas tácticas no tienen límite. Que si cambiamos, que si saltamos al dos contra uno, que corremos, que si paramos y jugamos largo, que si buscamos que el balón llegue a esta o a la otra. Un continuo manantial de ideas que van surgiendo desde el banquillo a veces y desde la propia creatividad de las jugadoras en otra. No hay un ataque igual, no hay una defensa previsible y siempre, viendo a España, estás esperando que te sorprendan con algo especial, con un aliciente nuevo que convierte los partidos en un maravilloso menú degustación.