EBA
Cinco historias de salvación
5/10/2015 - 9:58 AM
En un sábado marcado por la alegría de los equipos que lograban el pase a la Fase de Ascenso, también hubo ‘fiesta’ y tristeza en muchos puntos del mapa dentro de la pelea por la permanencia en la liga EBA. Estas son cinco historias de cómo se llegó a la salvación.
CARMELO GUTIÉRREZ / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Doble tristeza en O Carregal
Con dos plazas de descenso todavía por adjudicar en el grupo A-B, el duelo directo entre Santo Domingo Betanzos y La Sidrería Ferrol CB resultaba más que decisivo. La derrota condenaba al perdedor, mientras que la victoria servía directamente solo al anfitrión. El visitante, en caso de ganar, tenía que mirar a Salamanca, donde jugaba el tercer implicado en la pelea por la permanencia, Instituto Rosalía de Castro, que tenía que ganar y esperar que no venciera Betanzos.
Los dos contendientes en tierras gallegas se lanzaron a un partido igualado, intenso, donde los nervios por la importancia de lo que había en juego hacía que las muñecas no estuvieran del todo afinadas (12 de 64 conjunto en triples). A falta de tres minutos para la conclusión, parecía que La Sidrería Ferrol tenía la victoria encarrilada (47-52). Pero los locales, en un esfuerzo final, lograban forzar la igualada a 54 que alargaba cinco minutos más el partido.
El periodo extra decantó el triunfo del lado visitante, llevando la decepción a las gradas de O Carregal. Pero tampoco llevó la alegría al banquillo ferrolano, porque en Salamanca, Instituto Rosalía de Castro vencía y hacía inútil el triunfo de La Sidrería Ferrol CB, que también perdía la categoría.
Emoción en la Comunidad de Madrid
Con cinco equipos empatados a nueve triunfos, la permanencia en el grupo B pasaba por una tarde de Baloncesto en Vivo y Twitter en la Comunidad de Madrid, epicentro de la lucha por la salvación. Las primeras noticias de la tarde, sin embargo, llegaban desde el conquense Ángel Lancho, donde Covibar Rivas caía y prácticamente se dejaba todas sus opciones de salvación.
Con este resultado, toda la emoción se trasladaba a Villaviciosa de Odón, donde el vencedor del Eurocolegio Casvi-Zumosol Alcorcón Basket conseguía automáticamente la salvación. Un gran tercer periodo decantó el triunfo del bando local, que lograba la permanencia en liga EBA de la mano de un gran Jorge Sánchez.
La emoción pasaba a Madrid capital, donde el único equipo que dependía de sí mismo, Náutico KIA Tenerife, caía en el Antonio Magariños ante Movistar Estudiantes y dejaba en manos del CB Pozuelo su salvación. Para saber si eso ocurría habría que esperar más de una hora, porque el choque entre Euroconsult Alcobendas y CB Pozuelo arrancó con más de 60 minutos de retraso por la rotura de un aro. Cambio de pabellón al Pedro Ferrándiz y CB Pozuelo sabedor de que una victoria le daba la permanencia, pero los de Iñaki Refoyo no eran capaces de vencer y perdían la categoría, llevando la alegría a la expedición chicharrera.
De Torrejón de Ardoz a Málaga
La tercera historia del sábado también arranca en la comunidad madrileña, más concretamente en Torrejón de Ardoz. Alrededor de las doce del mediodía, Carlos Corts lograba el lanzamiento que le daba a Unicaja la medalla de bronce en el Campeonato de España de Clubes Junior Masculino.
Tras la entrega de medallas, a eso de las dos y cuarto, la expedición malagueña pone rumbo a casa, donde les espera otro importante reto: lograr la permanencia en liga EBA. Su rival, DKV San Fernando. A ambos contendientes solamente las vale la victoria, porque el otro equipo implicado en la lucha por no bajar, GBP Badajoz, juega en Cazorla ante un rival ya salvado.
Y como era previsible, los pacenses vencen en tierras jienenses y trasladan toda la emoción al Pabellón Los Guindos, donde Unicaja, apenas ocho horas después de haber logrado el bronce y con un viaje de por medio, logra la salvación comandado por el héroe de Torrejón (15 puntos y 20 de valoración), Belemene (14 tantos, 12 rebotes y 22 de valoración) y Cristian Uta, uno de los nombres propios del Campeonato Junior, que se fue hasta los 32 de valoración.
Isports Salt vuelve a tomar Martorell
Al igual que ocurría en el B, el grupo C presentaba una lucha entre cuatro equipos por lograr la salvación. El que más ‘sencillo’ lo tenía era Queso Milner-Arenys Basquet, al que solamente una derrota y un múltiple empate podían descender. Pero los barceloneses se quitaban problemas y celebraban la permanencia en su cancha con una victoria.
Este resultado llevaba toda la emoción al Pavelló Esportiú Municipal de Martorell, donde se veían las caras dos ‘neófitos’ en la categoría: BC Martorell e Isports Salt. Un duelo ya decisivo la anterior temporada, cuando los gerundenses lograban el ascenso de categoría en la pista barcelonesa tras una eliminatoria a ida y vuelta. Ambiente de gala en el pabellón, con la afición local volcada con su equipo y los visitantes arropados por más de 60 hinchas.
El arranque de partido marca el devenir del mismo: 12-25 en el primer periodo para los visitantes. Los de Eric Suris trasladaban todos los nervios y la tensión al bando local, que pasaban factura: 38 puntos anotados en tres periodos. En el último acto, con 12 tantos de desventaja, los locales veían aro con mayor facilidad. Pero Salt aguantaba el tirón y volvía a celebrar un éxito en Martorell.
El otro perjudicado por este resultado era un CB Cornellá, que tenía que desplazarse en la mañana del domingo a la cancha de El Olivar, sabedor de que ya no tenía ninguna opción de permanencia.
Cruel desenlace en Alicante
Cuatro victorias consecutivas habían obrado el ‘milagro’: que Meridiano UA Lucentum dependiera de sí mismo en la última jornada de liga. Una victoria daba a los alicantinos la permanencia en liga EBA. Para lograrla, debían superar en su cancha a un Valencia BC que no se jugaba nada.
Y los de Óscar Retortillo parecían tener muy encarrilado el encuentro en el arranque de la segunda mitad, con un 42-28 que llevaba la alegría a las gradas del Centro de Tecnificación. Nada parecía que iba a enturbiar la fiesta local, que vencían por diez tantos en el cuarto final. Pero los visitantes iban poco a poco reduciendo distancias y entraban en el último minuto de la temporada solamente tres tantos por debajo.
La remontada taronja continúa y el desenlace no puede ser más cruel para los alicantinos: derrota en el último segundo que les condena a la salvación. La tristeza en Alicanta lleva inmediatamente la alegría a Almassera, donde Almería Basket ‘recupera’ una categoría que había perdido durante muchos minutos.