El nombre del Marín Peixegalego suena con fuerza en una Adecco Plata en la que el conjunto pontevedrés mueve ficha sobre la cancha a través de los consejos de su abogado, un Manu Ferreiro que compatibiliza su puesto de base en el equipo gallego con su profesión de abogado en el despacho familiar. Así es la doble vida de un playmaker con toga.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
“Tan sólo hablaré en presencia de mi abogado…”. A buen seguro habrán escuchado cientos de veces esta frase en aquellas películas llegadas a nuestros cines desde el otro lado del charco. Un personaje imprescindible en el género de drama y misterio y que ha contado para su interpretación con actores de la talla de Tom Hanks o Denzel Washington y al que Robert de Niro persiguió con ahínco en aquella inolvidable escena de “El cabo del miedo”.
Pues algo muy similar está ocurriendo esta temporada en la Liga Adecco Plata donde el Marín Peixegalego se ha empeñado en hablar sobre la pista únicamente en presencia de su abogado, un Manu Ferreiro que, con apenas 24 años, compatibiliza su puesto de base con una abogacía desempeñada por las mañanas en el despacho familiar en Vigo.
Esta es la historia de uno de los jugadores a tener en cuenta en el conjunto revelación de la competición.
Abogado de día, jugador profesional de noche:
Los libros, apuntes y cuadernos resultan cada vez más habituales en los autobuses de los diferentes equipos del baloncesto nacional. Preocupados por su futuro profesional más allá de las canchas, los jugadores tratan de compatibilizar su labor deportiva con unos estudios con los que preparar su aterrizaje futuro en la vida laboral.
Lo que quizá no resulte tan habitual es el poder ver a uno de esos jugadores plenamente inmerso en una vida laboral perfectamente compatibilizada con su actividad deportiva, un hecho que Manu Ferreiro se ha empeñado en demostrar desde las filas de un Marín Peixegalego al que lleva con maestría sobre la pista.
Abogado de día y jugador profesional de noche, Ferreiro alterna la toga con la camiseta de tirantes haciendo de este modo buenos unos estudios que comenzaron unos años atrás en Valladolid: “Siempre tuve claro que quería estudiar derecho, comencé la carrera de manera presencial cuando me fui a jugar a Valladolid pero cuando regresé a Galicia para jugar en Santiago de Compostela y Vigo tuve que continuar con ella a distancia viajando únicamente para realizar los exámenes lo que complicó un poco todo. El verano pasado obtuve la licenciatura, me di de alta en el colegio de abogados y comencé con mi actividad laboral en el despacho de mi padre compaginando el mundo laborar con el baloncesto”.
Un despacho en el que ejerce como profesional libre centrado en materia fiscal y mercantil y desde el que organiza sus horarios para poder atender ambos campos respondiendo a sus respectivas exigencias: “Por ahora estoy muy contento de poder compatibilizar ambas cosas ya que el compaginar la vida deportiva con la laboral te otorga una mayor organización y estabilidad en tu vida. Esto te obliga a tener unos horarios y a estar activo todo el día huyendo de ese sedentarismo que puedes llegar a tener los días de descanso en el equipo. La única pega son esas mañanas de lunes en las que tienes que madrugar tras una noche de domingo de viaje pero lo haces con gusto ya que con el tiempo sabes que esta va a terminar siendo tu profesión”.
Un equipo ilusionado y, a tener en cuenta:
Ni las interminables jornadas de trabajo ni las largas sesiones de entrenamiento han podido hacer mella en el rendimiento deportivo de un jugador que crece como la espuma. En la que es ya su quinta temporada en Marín, el jugador gallego se ha convertido en protagonista indiscutible del juego de un equipo que ha sorprendido a propios y extraños sobre la cancha.
Y es que muy pocos hubieran podido vaticinar que aquel equipo que luchó el pasado curso para mantener la categoría iba a ser este año uno de los principales candidatos al playoff por el ascenso a la Adecco Oro: “A nivel personal me estoy sintiendo muy cómodo en un equipo en el que estamos muy satisfechos por cómo nos están saliendo las cosas. Al principio nos costó un poco porque el equipo era muy nuevo y diferente al del año pasado pero con el paso de las semanas fuimos adquiriendo una línea nueva para competir ante cualquier rival sacando adelante aquellos encuentros con finales apretados en los que la suerte está acompañando a nuestro trabajo”.
Pero… ¿Qué ha cambiado en Marín para que en unos meses el equipo se haya proyectado de este modo? Su base titular lo tiene claro: “Quizá el principal factor es la experiencia tanto del club como de la plantilla una vez superado ese año de debut en la categoría. Este año somos una plantilla un poco más larga y con unos americanos que aportan mucho al equipo y eso te permite mantener una mayor regularidad sobre la pista y poder optar a estar mucho más arriba que el año anterior”.
De este modo, los gallegos han llegado al mes de marzo con sus ilusiones intactas a la hora de poder entrar en un playoff que supondría el mejor premio posible a la temporada: “En el grupo tenemos muy claro que el mes de marzo es clave para saber a qué podemos aspirar y, para ello, será muy importante el poder ganar en un sitio tan complicado como Ávila donde suelen hacerse muy fuertes ante su afición. Es una pista difícil en la que comenzaremos a luchar para poder asegurar cuanto antes el playoff”.
Un objetivo en el que no quieren pensar de manera directa por el momento pero que hace una especial ilusión a un grupo comprometido con el trabajo diario del técnico Javier Llorente: “Tengo que reconocer que en el vestuario se respira un clima de ilusión cada vez que alguien habla acerca de unos playoff por los que tan sólo ha pasado uno de nuestros jugadores. Nos apetece mucho vivir esa experiencia tan atractiva y diferente a la liga regular pero, aunque suene a tópico, no queremos ni pensar en ella por ahora. Sabemos que tenemos aún por delante varias jornadas en las que el objetivo es tratar de conseguir la mejor posición posible para poder competir en las mejores condiciones y ese camino comienza este sábado en Ávila”.
Sólo el tiempo dirá como debe escribirse en Marín el final de una historia en la que nuestro protagonista seguirá compaginando su camino teniendo muy claras sus prioridades de cara a las próximas temporadas: “Siempre he tenido muy claro que de lo que voy a vivir el día de mañana es de lo que he estudiado pero eso no quita para que, con 24 años, mantenga intacta la ilusión de poder llegar lo más lejos posible. El poder tener al jefe en casa me aporta cierta tranquilidad ya que eso me permitiría poder aplazar mi continuidad en el mundo de la abogacía el tiempo que sea necesario en caso de surgir alguna oferta atractiva en mi carrera deportiva. Ahora sólo pienso en disfrutar con el baloncesto sin perder de vista la que el día de mañana será mi profesión”.
Trayectoria deportiva - Manuel Ferreiro:
Categorías Inferiores: Vigo Básquet y Compañía de María
2004/05: CB Seis Do Nadal Coia (Cadete)
2005/06: Salesianos (Cadete)
2006/07: Ciudad de Vigo Básquet (Junior)
2007/08: CB Valladolid (Junior)
2008/09: CB Valladolid (Liga EBA)
2009/10: Beirasar Rosalía (Liga Adecco Plata)
2010/13: Marín Peixegalego (Liga EBA)
2013/15: Marín Peixegalego (Liga Adecco Plata)