Diez triples anotados por Patricia Cabrera y una maravillosa fotografía mostrando el gesto final de su tiro y, en paralelo a esa circunstancia, unos campeonatos de España de minibasket. La élite se convierte siempre en fuente de inspiración para enseñar en la base.
MIGUEL PANADÉS
Cada niño y cada niña tiran a canasta de diferente manera y, posteriormente, es muy difícil encontrar entre los especialistas de la élite, dos jugadores que ejecuten el gesto del tiro de idéntica manera. Sin embargo y aceptando como obvio que no hay dos personas iguales y por lo tanto no hay dos jugadores iguales, sí hay aspectos comunes entre los buenos tiradores en los que vale la pena incidir desde la base, desde edades de iniciación, como son los campeonatos de minibasket, con el fin de evitar adquirir vicios que posteriormente son muy difíciles de cambiar.
El equilibrio en los apoyos, la finalización con el brazo extendido y el gesto final de la muñera con los dedos apuntando al aro parecen posturas demasiado comunes entre los buenos tiradores como para descartarlas. Abrines tira de manera muy diferente a Navarro, Sergio Llull no tiene nada que ver con Sergio Rodríguez, pero su equilibrio de pies y sus manos acaban siempre de manera similar. Si observamos la fotografía de Cabrera no sabemos desde dónde sacó el balón, si más abajo o más arriba, o si los pies apuntaban al aro o estaban ligeramente desviados, siempre pararelos eso seguro, hacia el lado contrario de la mano de tiro, pero el gesto final en ese encuadre de cintura para arriba, con espalda recta, brazo extendido al límite y, como repite un maestro del tiro como Josep María Margall, mano “cogiendo las galletas encima del armario”, seguro que coincide.
Se debate mucho sobre cuando y como enseñar a tirar. Si desde la iniciación, si desde mini, si una vez pasado a aro alto o pelota grande y, en realidad y al margen de que cada cual determine sus métodos sí valdría la pena observar gestos comunes entre los muchos grandes tiradores de nuestro baloncesto para poder, cada uno a su manera, con su estilo, con su gesto, orientar a los niños y niñas que empiezan sobre aquello que no ayuda para, a partir de ahí, identificar lo que sí realmente puede ayudarle a ser mejor tirador.