Se trata de José Manuel Leal, uno de esos aficionados que no dejan solo al equipo desde hace ya dos años y que es un asiduo a las redes sociales, donde tras cada semana de entrenamiento y cada partido del equipo anima sin parar a todos y cada uno de los jugadores. No es extraño verle intercambiar mensajes con Alfonso Sánchez o José Alberto Jiménez y en la plantilla malagueña le conocen a la perfección. Es el primero que llega al pabellón de juego para fotografiarse junto a los que son sus jugadores preferidos y en la grada grita como el que más junto a su padre.

En el encuentro del pasado sábado el club  quiso agradecerle todo el apoyo que ha venido dando en los últimos tiempos al equipo y preparó una iniciativa que su padre sí conocía, pero que el pequeño no lo tenía tan claro. Para el encuentro ante los mallorquines, el pequeño José Manuel fue uno de los ayudantes de Diego Vázquez, preparador físico del equipo, a la hora de hacer la ronda de calentamiento de los Ricardo Guillén, Kenana Karahodzic y compañía, y pudo vivir de cerca cómo se prepara un equipo profesional para un partido oficial.

José Manuel, jugador de las categotías inferiores de EBG, estuvo en el vestuario minutos antes de salir a la cancha, en el descanso fue uno más del equipo y a término del encuentro celebró la victoria con la plantilla y el presidente del equipo, Manolo Rincón. Incluso se puso en la clásica foto que los jugadores se hacen tras cada victoria y participó activamente en la fiesta.

De este modo, el pequeño aficionado del Clínicas Rincón vivió uno de esos días con los que todos los amantes al baloncesto sueñan alguna vez, y se fotografió con los que a partir de ahora podrá decir que son sus compañeros de equipo.