“Objetivo cumplido, en Iscar y en Guadalajara. Los chicos compitiendo en situaciones que los han examinado. Las chicas exponiendo su talento. Nuevamente cerramos “el puente” con sensación de máxima satisfacción”. (Ángel Palmi).
MIGUEL PANADÉS/ ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
La sonrisa dibujada en los labios de los 64 talentos jóvenes masculinos y femeninos que representan los referentes de las generación 2000, 2001, incluso 2002. La satisfacción en el interior de los 25 componentes de unos cuerpos técnicos, entrenadores médicos, preparadores físicos, fisioterapeutas, delegados, que se han volcado en atenciones hacia los jugadores que jugadoras que durante el Puente de la Constitución se han concentrado en Iscar y Guadalajara para entrenar y competir, para expresar dentro y fuera de la pista, para escuchar consejos de expertos. Para conocer o reencontrarse con compañeros y compañeras, para sentir esas especiales sensaciones que provoca enfundarse la camiseta de España.
“Las concentraciones de Iscar y Guadalajara siempre nos permite dar las primeras pinceladas hacia lo que será el verano. Nos permite comprobar la evolución de chicos y chicas en progresión y también para detectar nuevos talentos, para ponerlos en la pista y comprobar su capacidad para ser ellos mismos, para mostrar las razones por las que han atraído nuestra atención”. Ángel Palmi se ha reunido con todos y cada uno de los integrantes de los cuerpos técnicos para contrastar opiniones sobre esos jugadores que, tal como afirma el Director Deportivo de la FEB “crecen gracias al excelente trabajo de sus clubes y Federaciones Autonómicas y que, una vez en la selección, tenemos la obligación de saber gestionar adecuadamente sus cualidades para que las puedan expresar en la pista en situaciones de dificultad que son las que se encontrarán en los torneos respectivos del verano”.
CAMPEONES EN ISCAR
Y efectivamente dificultad máxima en Iscar con una final ante Turquía digna de cualquier Europeo. Un partido de máxima tensión, de gran carga de arsenal táctico por parte de Turquía, de experiencia con el marcador a favor durante muchos minutos pero también en contra, de emoción hasta el último segundo en el que un milagroso triple de Unanue hizo explotar de alegría el Pabellón Municipal de Iscar dando la victoria a España.
Muchas y buenas conclusiones tras en un partido convertido en examen en el que fue muy importante comprobar el comportamiento de los jugadores en situaciones límite, en el que el carácter se unió al talento, en el que la capacidad para convivir con la dificultad se prolongó por espacio de casi dos horas de emociones máximas. Fue el triple de la ilusión que provocó que esos cinco días en Iscar terminaran con una sonrisa en el rostro de jugadores y componentes del equipo técnico de España. Iscar y Guadalajara han dado razones para la ilusión.