Acostumbrados a ejercer como uno de los principales animadores de la LEB Oro durante las últimas temporadas, los hombres del Actel Força Lleida han tenido que convivir con un complicado inicio liguero en el que demostrar que el corazón y el talento de su plantilla volverá a ser determinante para que los de Joaquín Prado puedan soñar de nuevo con los objetivos más ambiciosos.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
No han dejado de crecer desde que llegaran a la Liga LEB Oro cuatro temporadas atrás pero a los hombres del Actel Força Lleida les ha tocado esta temporada conocer la cruz de la moneda con un turbulento inicio liguero que comienza a ver ya la luz al final del túnel.
Y es que el cuadro catalán ha pasado de protagonizar la mejor temporada de su historia el pasado curso a tener que luchar contra su propio día a día en una campaña 2015/16 en la que su trabajo ha necesitado más tiempo del deseado para poder dar sus primeros frutos. Con un único triunfo durante las siete primeras jornadas, la calma y la experiencia de Joaquín Prado al frente del banquillo ha sido determinante para mantener la sangre fría necesaria para seguir trabajando a la hora de virar un rumbo que ha dado ya los primeros resultados.
Con tres triunfos consecutivos y sus principales referentes ejerciendo su papel sobre la pista, el equipo se encuentra ya a un solo triunfo de unos puestos de playoffs por los que seguirán peleando una vez superado un duro inicio, porque en el vestuario del Actel Força Lleida están preparados ya no sólo para ganar sino también para crecer desde el sufrimiento.
Joaquín Prado, el factor que inclina la balanza:
No han sido pocos los pasos que ha ido dando el conjunto catalán desde su estreno en la competición allá por 2012. El crecimiento económico y social unido al trabajo de cantera han ejercido durante estos años como los principales logros de una junta directiva que ha permitido mirar de nuevo con optimismo al futuro en una ciudad comprometida con el baloncesto pero si hay un culpable de los éxitos deportivos ese es el asturiano Joaquín Prado.
Acostumbrado a invertir cientos de horas al año entre las bambalinas del Barris Nord, el pasado verano su trabajo fue premiado con una renovación por tres temporadas con la que prolongar su idilio con una ciudad en la que vive ya su sexta campaña: “Para mí era prácticamente obligado el renovar como entrenador de un proyecto con el que estamos realmente satisfechos por todo lo que se ha conseguido durante las últimas temporadas en las que hemos construido un club desde la base. Estoy muy a gusto, estoy donde quiero estar y eso me permite trabajar con la misma ilusión que el día que me hice cargo del equipo. Personalmente estoy muy agradecido tanto por la confianza que la directiva depositó en mí desde el primer día como por el apoyo de nuestra afición en cada uno de los partidos que jugamos en casa”.
A partir de ahí, Prado dio comienzo a la configuración de una plantilla en la que sus jóvenes talentos de las últimas temporadas ejercen ya como la principal realidad de un equipo reforzado con experiencia en puestos concretos: “El pasado año fue realmente bueno tanto a nivel de resultados como de trabajo de grupo por lo que nuestro punto de partida no debía ser otro que la renovación del mayor número de jugadores posibles. En algunos casos, principalmente por motivos económicos, no pudimos mantener a algunos hombres pero eso no impidió que gente importante pudiera estar de nuevo con nosotros para formar un grupo de jugadores competitivos, comprometidos y que fueran marcando el camino a los mejores refuerzos posibles en función de nuestras posibilidades. Gente con hambre, ganas de crecer y que quisieran seguir disfrutando del baloncesto junto a nosotros”.
La plantilla del Actel Força Lleida, vista por su técnico:
Bases: José Simeón, Josep Pérez y Marc Rubín de Celis
Aunque si hubo un puesto importante para el técnico a la hora de configurar su plantilla ese fue el de base. Con la continuidad del “veterano” José Simeón en el vestuario, Prado centralizó todos los esfuerzos en la contratación de un hombre de garantías con el que formar una dupla con experiencia en la categoría.
La llegada de Josep Pérez ratificó sus deseos dando forma a una pareja que está dando ya los frutos deseados sobre la pista y a los que su técnico tiene muy claro qué pedir en el día a día: “José tiene que ser un jugador que siga este año su año su línea de crecimiento siempre y cuando le respeten las lesiones algo que, por desgracia, no está sucediendo como a todos nos hubiera gustado. La temporada pasada fue un fiel reflejo de que cuando está a un buen nivel físico puede rendir a un gran nivel siendo clave para nosotros a la hora de marcar el ritmo del equipo. La lesión de Marc hizo que nos lanzáramos a la búsqueda de un refuerzo en el mercado buscando un jugador con el que complementarlo y con el que pudiéramos jugar incluso con dos bases en algunos momentos. Surgió la oportunidad de traer a Josep y no lo dudamos ya que llevaba tiempo llamando nuestra atención por su talento ofensivo y por su margen de crecimiento. Tiene una mentalidad de trabajo muy buena y eso hace que nos ayude mucho en el día a día aportándonos muchas cosas”.
Aunque sin lugar a duda la gran noticia para Prado ha llegado apenas unos días atrás con el alta médica del tercer hombre de su tripleta de bases, un Marc Rubín de Celis devuelta a las pistas tras su grave lesión de rodilla: “Para el club y para el equipo Marc es realmente importante. Su peso en el grupo la pasada temporada fue mucho mayor de lo que puedan reflejan los números o las estadísticas y eso nos llevó a prolongar su contrato pese al infortunio de esa dura lesión. Desde ese mismo día estábamos convencidos de que su mentalidad y capacidad de trabajo nos lo iba a traer mucho más fuerte tal y como así ha sido para que pueda continuar con su proyección y crecimiento”.
Aleros: Juanpi Sutina, Alex Greven, Emmy Andujar y Gerard Sevillano
La continuidad fue, del mismo modo, una de las premisas de un perímetro en el que la renovación de Juanpi Sutina era uno de los movimientos obligados para una dirección deportiva satisfecha con el resultado de los dos hombres de la casa.
Por ello, Sutina no tardo en unirse a un Gerard Sevillano clave para el técnico: “Gerard era uno de nuestros hombres con contrato y que, al igual que Marc Rubín de Celis es uno de los pilares de nuestro proyecto por su juventud y crecimiento durante los últimos años. Siente el club y está muy comprometido con nosotros por lo que uno de sus papeles este año está siendo el de ejercer como uno de nuestros abanderados junto a Juanpi Sutina a la hora de ayudarnos a lograr un crecimiento del grupo en aquellos aspectos no tan relacionados con el plano deportivo. Evidentemente no están exentos de talento y esta temporada está siendo importante para ellos a la hora de seguir creciendo en la categoría”.
La imposibilidad de renovar a un Greg Kahlig que optó por retirarse del baloncesto de manera prematura fue uno de los principales contratiempos a la hora de cerrar una plantilla a la que Alex Greven puso el broche de oro: “En un principio nuestra idea era la de renovar a Greg Kahlig pero finalmente no pudo ser por lo que tuvimos que rastrear el mercado a la búsqueda de un tirador. No resultó sencillo pero finalmente dimos con Alex Greven quien, por sus condiciones, encajaba bien en nuestro proyecto. Desde el primer día hemos dicho que su impacto en la Liga no iba a ser inmediato pero que su excelente ética de trabajo le va a permitir, con el paso de los meses, ser un hombre importante en una Liga donde nos va a sorprender por la anotación que mostró en NCAA III, en Ignlaterra y ya en Liga EBA con Plasencia”.
Aunque si hay un hombre que ha brillado con luz propia durante los primeros meses de competición ese ha sido un Emmy Andujar que ejerce como el MVP de una plantilla confiada a su talento: “Era nuestra principal apuesta por un jugador joven. Desde las primeras semanas nos sorprendió por su magnífica adaptación a la ciudad y al equipo y eso nos hizo entrever que podía ser un jugador importante para nosotros. Sus condiciones físicas y atléticas son excelentes, lee muy bien el juego, tiene buena capacidad para el pase… En definitiva, un hombre muy completo que no destaca en algo en concreto pero que es capaz de hacer muchas cosas sobre la pista aportándonos polivalencia”.
Pívots: Alfons Alzamora, Jorge García, Khyle Marshall y Tomas Hampl
Finalmente, el principal lavado de cara del equipo llegó en una pintura en la que la experiencia ejerce como la principal arma de un juego interior clave a la hora de explicar el crecimiento del equipo durante las últimas semanas: “En el juego interior se truncó un poco nuestra idea inicial al no poder renovar a uno de nuestros pilares como Javi Mígica pero a él le surgió muy pronto la posibilidad de marchar a Inglaterra y estamos realmente contentos de que las cosas le hayan salido bien. Por suerte sí que pudimos convencer a nuestro jugador franquicia durante las últimas temporadas, un Alfons Alzamora vital que nos aporta solidez, trabajo defensivo, capacidad de bloqueo, saber estar… Siempre digo que las estadísticas son injustas pero si con alguien lo son especialmente es con él ya que es imposible que puedan reflejar todo lo que nos da”.
Un hombre realmente experimentado y al que acompaña en la pintura uno de los fichajes estrellas de la temporada, el rey de los ascensos Jorge García quien llegó a Lleida acompañado de un complemento con vitola de novato como Khyle Marshall: “Jorge es un hombre que no necesita presentación alguna en la Liga ya que ha sido toda una referencia durante los últimos años. Tiene una gran capacidad para abrir el campo con una gran lectura de juego, no sé si esos motivos nos hubieran llevado solamente a ficharlo pero el motivo fundamental de que esté con nosotros es la gran ilusión que conserva a la hora de seguir jugando lo que hace que siga siendo un jugador en crecimiento, no físico pero sí deportivo ya que cada día entrena y transmite una gran motivación e ilusión. Para completar su calidad apostamos por un hombre como Khyle que es puro físico, que es capaz de correr a campo entero a través de su capacidad atlética y con mucho margen de mejora en cuanto al nivel de conocimiento de la competición y de lo que el equipo quiere de él”.
Y la guinda llegó con uno de los foráneos más nacionales de la competición, un Tomas Hampl llamado a seguir creciendo con un equipo que ha depositado toda su confianza en su talento: “Para completar el puesto de cinco realizamos una apuesta importante por Tomas Hampl tras tres buenas temporadas en equipos punteros de la Liga en los que tuvo presencia pero sin un roll especialmente protagonista. Nosotros queremos que dé un paso en su carrera este año y que crezca en su mentalidad para poder ser protagonista de nuestro juego. Su actitud es excelente, su capacidad de trabajo espectacular y de cómo se vaya adaptando dependerá un porcentaje importante de éxito para nuestra temporada”.
Talento, corazón y coraje, las claves del crecimiento:
Con estos mimbres, y tras superar un complicado inicio liguero, el técnico ilerdense tiene muy claras las claves que han regido el crecimiento del equipo en la tabla así como las principales ideas que deberán marcar el camino para poder luchar por sus objetivos: “El equipo está manteniendo un estilo de juego en el que el esfuerzo, la intensidad y el jugar a campo entero sean señas de identidad porque eso es algo innegociable para mí ya entrene a un equipo ACB o a un equipo cadete. A partir de ahí mantenemos el trabajo y la esencia defensiva del año pasado pero con algunos cambios en ataque porque tenemos varios jugadores nuevos que pueden asumir roles diferentes. Tenemos la posibilidad de jugar poste bajo, gozamos de algo más de bloqueo directo… y eso está marcando nuestro juego”.
Con ello el equipo va creciendo con el paso de las semanas para poder alcanzar unos objetivos iniciales aún posibles ante la proyección del equipo y la disputa, únicamente, del primer tercio de competición: “Me obsesiona repetir la clasificación para semifinales de la temporada pasada. Aquello llegó con un esfuerzo brutal en una campaña durísima en la que nos costó una barbaridad ganar los partidos. El esfuerzo, la unión de grupo y la fortuna nos ayudaron muchísimo por lo que si queremos mantenerlo debemos revivir esas bases de trabajo siendo todos conscientes de ellos. Este está siendo de nuevo un año muy duro en el que nos estamos fijando mucho en el espejo del año pasado para entender cómo conseguimos las cosas y no el qué conseguimos”.
Y en todo ello será fundamental el apoyo de unas gradas que han sido claves durante las últimas temporadas y que jamás dejan de lado a un Força Lleida comprometido con sus aficionados: “A nuestra afición les hemos lanzado este año dos mensajes, por un lado el de que les seguimos necesitando mucho porque sin ellos somos una plantilla muy humilde en la Liga. Necesitamos que el Barris Nord sea una pista donde los equipos contrarios sientan el aliento de nuestro público al igual que años anteriores donde ha sido nuestro sexto jugador. Por ello, el segundo mensaje no es otro que el de que vengan, que vengan y que vengan para disfrutar junto a nosotros de un baloncesto en el que los resultados sean algo secundario en un pabellón en el que debemos seguir disfrutando de la esencia del baloncesto en una Liga de un nivel altísimo valorando lo que nos ha costado llegar hasta aquí”.