En el partido inaugural del Torneo de Iscar España OT se impuso con brillantez a Polonia (67-78) y a la tarde cayó ante Turquía (69-56). Por otro lado, España se impuso a la Selección de Castilla León por un resultado muy abultado (47-126) y por la tarde venció a Polonia (68-94).
MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
ESPAÑA OT - POLONIA (67-78) Estadística
Dani Miret dirigió a una selección española compuesta por jugadores que aspiran a estar en la U16 que disputará el Europeo y entre los cuales también encontramos jugadores uno, incluso dos años más jóvenes. Y es que el objetivo fundamental del Torneo de Iscar es mantener el seguimiento de unos jóvenes talentos que desde hace años están ofreciendo muestras de proyección. En algún caso la concentración ha servido para conocerlos aunque dado el despliegue de medios que hace mucho desempeña el Área Deportiva de las FEB, el conocimiento de todos y cada uno de los destacados de cada generación es exhaustivo y por lo tanto de lo que se trata es ver su evolución.
Frente a Polonia destacaron individualmente jugadores como Ibáñez, de Unicaja y Jaime Fernández, del CAI. El primero especialmente mostró capacidad para saber estar en cada momento dónde más le necesitaba el equipo, compitiendo adecuadamente, anotando desde el perímetro, 3 de 4 triples y en penetraciones decididas. Fue el mejor anotador de España con 21 puntos. Fernández, un talento en constante evolución, con un físico privilegiado pero en formación que puede llevarle tanto al tres como al cuatro, anotó desde fuera, 2 de 3 triples pero además supo aprovechar envergadura para rebotear y anotar desde la pintura. Interesante aportación también de Dike, también Unicaja, nervioso al principio pero efectivo a medida que avanzaba el partido, 12 puntos y 12 rebotes.
Y todos y cada uno expusieron su talento en la pista. Desde la intensidad de Cuevas y la clase de Corella, los destellos de Sureda y Sorolla o la precoz “veteranía” de Borja Fernández. Importante y constante trabajo de Rodríguez y puntual aportación de Soler. Diez jugadores conocedores de sus roles, de sus capacidades y que por momentos consiguieron expresarse en la pista, objetivo fundamental siempre pero especialmente en estas categorías.
CASTILLA Y LEÓN - ESPAÑA (47-126) Estadística
Orgullo, ilusión, respeto, valores todos fundamentales para entender el duro y a la vez apasionante desafío de una selección de Castilla León, anfitriona de un Torneo imprescindible para entender la preparación de nuestros jóvenes talentos. Diferencia de nivel sí pero no de ilusión. Diferencia de estatura pero no de intensidad. Físicos predestinados al baloncesto, talentos desbordantes que representan lo mejor de su generación de una España U16 que expone una enorme calidad. Y frente a ese arsenal Castilla León compitió al máximo nivel de lo que fue capaz y con esa actitud “ganó” ese partido propio basado en la concentración, en el esfuerzo, en la sensación de orgullo por darlo todo en la pista y compartirla con los mejores. Son privilegiados estos jóvenes dirigidos por Domingo Cano y lo son por ser los elegidos de su Comunidad y poder medirse en el Torneo a muchos de los mejores de Europa. “Yo estuve ahí, yo jugué contra él” podrán decir estos jugadores cuando dentro de unos años algunos de los rivales de estos días aparezcan en televisión convertidos en estrellas.
En España las valoraciones individuales las dejaremos para partidos de mayor oposición aunque el grupo dirigido por David Soria sí tuvo una virtud general que fue la expresarse en la pista con la actitud adecuada, con esfuerzo máximo, muestra de respeto al rival, por mucho que el luminoso reflejase ventajas exageradas. España puso probar sistemas, definir y correr bien las calles en las transiciones, buscar y aprovechar ventajas y con todo ello firmar un buen ejercicio en su primer partido del Torneo. Llegarán dificultades mayores.
TURQUÍA - ESPAÑA OT (69-56) Estadística
Baño de experiencia para los jóvenes integrantes de la Selección Española U16 OT que se marcharon de pabellón con la decepción dibujada en sus rostros por no haber sido capaces de repetir ante Turquía la buena actuación de horas atrás ante Polonia. Pero este el baloncesto internacional de alto nivel y ahí se penalizan muy caros los partidos de poco acierto y en consecuencia de esos bajos porcentajes, momentos de desconcentración.
Se vio una España en la que el cansancio fue castigando a sus jugadores a medida que avanzaba el partido y la que ese cansancio físico se unió el psicológico de verse desde el primer momento navegando con viento en contra, siempre por detrás del marcador y ante una selección turca que ofrecía sobre la pista madurez, capacidad para interpretar bien el partido y para ir sacando ventajas tanto en su dureza defensiva como en la explosividad ofensiva para, unas veces lanzar rápidos y directos contraataques y otros, ya en el ataque posicional, desbordar en el uno contra uno para finalizar o doblar balones.
Aún así España trabajó para desconectarse de un partido duro. Cuevas, Sureda, Dike y Borja Fernández mostraban recursos físicos o técnicos ante un rival que tenía en Mert y Eray a sus mejores hombres. El Torneo de Iscar sirve para ver en acción a los jugadores que formarán la selección U16 y para verlos no sólo en los momentos brillantes sino también en sus reacciones en las dificultades. Y esa tarde la España OT tuvo muchas, excesivas para poder optar a la victoria.
POLONIA - ESPAÑA (68-94) Estadística
El partido que cerró la primera e intensa jornada del Torneo de Iscar evidenció la calidad de una España U16 que por momentos protagonizó un juego fluido, brillante, eficaz. Polonia opuso resistencia en los primeros minutos y pudo marchar al final del primer cuarto con una desventaja de sólo 5 puntos motivada en parte por los bajos porcentajes de nuestros jugadores. Pero en el momento en que se mejoró la eficacia desde el perímetro y entró en escena un Tamayo que llegaba on fire tras los 27 puntos anotados por la mañana ante Castilla León y un acertado Alocén, las diferencias en el luminoso se dispararon progresivamente hasta ese 32-44 del descanso.
El equilibrio entre el juego interior y exterior, la intimidación de Usman bajo los aros, el acierto en los lanzamientos exteriores y un ritmo constante de una España solvente, segura de si misma, intensa en la justa y necesaria medida, permitieron jugar una segunda parte adecuada a la exigencia del rival. Nuestra selección buscaba la velocidad desde una defensa que intentaba sorprender. La inspiración en el tiro de tres de Unane y Alocén al final del tercer cuarto e inicio del último marcó una diferencia de 54-75 que invitaba a pensar ya en la victoria. Usman se encargaba de multiplicarse en defensa acabando con la resistencia del rival que aceptaba la superioridad de los nuestros. De ahí hasta el final baño de autoestima, encuentro con buenas sensaciones y nuevamente demostración de gran capacidad ofensiva.