MIGUEL PANADÉS

“El talento no se enseña, se tiene o no se tiene. Lo que sí podemos hacer entre todos es ayudar a que ese talento se exponga en la pista, se exprese. Todos sumamos para impulsar la calidad de los jugadores y para ello existe una excelente coordinación y comunicación entre los técnicos de la FEB, de los clubes y de las Federaciones Autonómicas. Ese seguimiento individualizado que se hace nos permite conocer la evolución, saber por dónde podemos ayudar más a unos jugadores que están en edades de cambios, físicos, técnicos, mentales”.

Hablamos con David Soria, seleccionador con España y con la Federación de Madrid. Vive el baloncesto en el día a día y conoce esas nuevas generaciones de talentos jóvenes que se asoman con la ilusión de llegar a la élite y que durante ese itinerario sufren y sufrirán los lógicos contratiempos. “El talento no basta para llegar a lo más alto. Hace falta mucho esfuerzo, mucha dedicación, tener la cabeza bien amueblada para saber aceptar las dificultades con las que se encontrarán en el camino. Hay que enseñar a los jugadores y ayudarles a saber sobreponerse a las decepciones. El camino no es fácil porque el nivel de exigencia es muy alto y sin embargo deben recorrerlo con ilusión”. Y sin embargo y pese a esa clara y pragmática descripción del escenario David Soria contempla el futuro con optimismo porque cada año ve surgir desde las canteras de los clubes y desde el trabajo de las federaciones nuevas generaciones de jugadores cada vez mejor preparados física y técnicamente.

“La FEB pone a disposición de las selecciones de formación unos extensos equipos de profesionales, no sólo entrenadores o preparadores físicos, sino expertos en Áreas Biomédicas, que realizan un trabajo coordinado y complementario al que realizan los jugadores en sus clubes. En Iscar y Gudalajara nos juntamos casi treinta profesionales para formar los Equipos Técnicos de dos preselecciones. Eso demuestra el empeño del Área Deportiva por impulsar en las selecciones de formación el talento que se trabaja desde los clubes de origen”. Disfrutó David Soria como seleccionador de esa selección U16 Masculina que se proclamó campeona del Torneo de Iscar teniendo la oportunidad de ver competir a esos jóvenes. De descubrirlos en algunos casos o controlar esa evolución constante. Algunos de ellos se quedarán en el camino, otros llegarán hasta la meta que se trazaron pero la clave es que todos salgan reforzados de estas experiencias y les sirvan para crecer personal y deportivamente. Tal y como afirma David Soria, resulta clave mantener y potenciar esa coordinación y comunicación entre todos los que responsables de guiar adecuadamente el talento.

TORNEO DE ÍSCAR DICIEMBRE 2015