Anna Montañana. “Las medallas son sólo la punta del iceberg”
Conocimiento y experiencia al servicio de los nuevos talentos del baloncesto femenino español. Anna Montañana (1960, Alboraya, Valencia) dirigió una de las preselecciones U16 que se concentraron en Gudalajara. Desde su nueva perspectiva de entrenadora, analiza para feb.es lo que su pasión, el baloncesto.
MIGUEL PANADÉS/ ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
“Detrás de los éxitos que se suceden cada verano en las diferentes selecciones femeninas hay un constante e intenso trabajo oculto de mucha gente y mucho tiempo. Las medallas son sólo la punta del iceberg” Hablamos con Anna Montañana, quien desde que debutó en 2005 con la selección absoluta disfrutó de 129 internacionalidades consiguiendo cuatro medallas repartidas en un Mundial y tres Europeos. Estamos ante una de las grandes jugadoras de la historia reciente de nuestro baloncesto.
“Adentrarse en el funcionamiento interno de las selecciones te permite tomar consciencia del gran nivel con el que trabajan los técnicos en España”
Otro talento surgido de esa generación mágica de los 80 que tantas y tantas alegrías han proporcionado en dos décadas de éxitos continuados. Anna Montañana ha vivido como jugadora todo lo que podría aspirar una deportista desde que a los doce años la Federación Española la detectara e iniciara ese itinerario formativo que le llevó hasta convertirla en profesional viviendo experiencias en España por supuesto pero también en Estados Unidos, República Checa, Turquía, Francia… para abandonar la práctica del baloncesto la pasada temporada en Perfumerías Avenida. Durante todos estos años ha vivido la realidad de las selecciones españolas desde la mirada de la jugadora para, hace dos veranos y tras titularse como Entrenadora Superior, incorporarse a los equipos técnicos de la selecciones de formación.
“Adentrarse en el funcionamiento interno de las selecciones te hace tomar consciencia del gran nivel con el que trabajan los técnicos en España. Te das cuenta de las razones de los éxitos en selecciones porque a la gran labor que hacen en el día a día “las familias” de estas jugadoras jóvenes que son sus clubes, se une la de esas
“academias” que son las selecciones y que les imprimen un estilo propio, una identidad. El trabajo de la FEB con las selecciones es extraordinaria”.
Habla Montañana desde la ilusión de quien siente pasión por el baloncesto, ya sea desde facetas relacionados con la gestión – está en el área de Marketing de Valencia Basket – como en el área deportiva – es directora técnica del CB Horta Godella y entrenadora de un cadete femenino del club– y argumenta desde el conocimiento y experiencia de quien ha vivido el baloncesto desde escenarios muy diferentes, desde diversas realidades que dan oportunidad de establecer comparativas. “He conocido muchos métodos de trabajo en diferentes países y como el que se aplica en España a través de diferentes entrenadores tanto en clubes como en selecciones es incomparable. En Estados Unidos nos podían superar hace unos años en infraestructuras, en condiciones para que el deportista encontrara todo lo necesario para el entrenamiento pero técnica y tácticamente, el nivel de baloncesto que se enseña en España es muy alto”. Como toda esa generación de talentos que ha dado en los últimos años el baloncesto español Anna siente ambición por insistir en la mejora. Y por eso, concentrada durante cinco días del Puente de la Inmaculada, junto a los nuevos talentos generación de 2000 y 2001 que asoman en el baloncesto femenino español disfrutó asesorando, enseñando, impulsando a jugadoras llamadas a convertirse en estrellas del futuro.
“Se trata a cada jugadora de una manera especial, se individualiza cada uno de los proyectos deportivos, se obtiene y comparte una información completa de cada nuevo talento para ir haciendo un seguimiento desde muy jóvenes”
“En el baloncesto femenino español se ha producido una mejora física trascendental que ahora nos permite competir con todas selecciones y nos sitúa en lo más alto de la élite internacional. En Guadalajara había unas jugadoras con condiciones atléticas buenísimas, aleros de casi 1,90, talentos con versatilidad y, sobretodo, jugadoras con hambre, chicas que quieren ser jugadoras de baloncesto, que tienen una meta deportiva en su vida”. Y recibiendo talentos con esos valores para nuestra exjugadora internacional ahora entrenadora, es fundamental la labor que desde hace muchos años viene haciendo la Federación Española y enfocada no sólo a la gestión y rentabilización de ese talento si no al asesoramiento deportivo de esas jugadoras. “
En la FEB, de acuerdo siempre con sus clubes, se trata a cada chica de una manera especial, se individualiza cada uno de los proyectos deportivos, se obtiene y comparte una información completa de cada nuevo talento para ir haciendo un seguimiento desde muy jóvenes. Es importante que los mayores cuidemos de estos nuevos talentos tal y como se está haciendo, que velemos porque prevengan y se recuperen bien de las lesiones, que cuiden mucho ese cuerpo que les tiene que durar muchos años. Eso hace la FEB desde muchos años y esa es una de las claves por las que el rendimiento sea tan bueno y a la vez que el sentimiento de pertenencia y de implicación de todos los internacionales sea tan alto”.