Llegaron a la LEB Oro tres años atrás y, en ese tiempo, al conjunto ovetense le ha dado tiempo a experimentar prácticamente de todo en una competición en la que crecen a pasos agigantados y en la que buscarán el más difícil todavía de la mano de todo un histórico, un Carles Marco que dirige desde el banquillo a un renovado plantel no exento de talento.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Sería suficiente con trazar una gráfica comparativa entre los años 2005 y 2015 para comprender el imparable crecimiento de un Unión Financiera Oviedo que ha necesitado algo menos de diez años para poder convertir a aquel equipo recién nacido y que peleaba en las canchas asturianas de Primera Nacional en uno de los conjuntos más asentados de la Liga LEB Oro.
Y es que decir OCB es sinónimo de trabajo, lucha y sacrificio en todos sus frentes para un equipo al que le han bastado apenas un par de temporadas para asentarse con fuerza en la competición a través de unos sólidos pilares: desde unos despachos gestionados a la perfección por su presidente Fernando Villabella a una dirección deportiva a la que Héctor Galán ha convertido en artífice de los éxitos de un equipo al que Carles Marco ha contagiado esta temporada con su mentalidad ganadora.
Unos valores indispensable a la hora de afrontar su tercera campaña en la LEB Oro a la que quieren sorprender de nuevo desde un renovado Polideportivo de Pumarín que ha aumentado su aforo sin perder ese infalible efecto que hace del conjunto carballón un equipo temible en su pista. Con el crecimiento a domicilio como un nuevo reto, en Oviedo aspiran a poder dar un nuevo paso al frente. ¿Será este su gran año… una vez más?
Carles Marco, apostando por la experiencia:
Y es que si algo tuvo claro el Unión Financiera durante el pasado verano fue su deseo de poder crecer en la competición a través de la construcción de un equipo que ganara en experiencia respecto a sus dos primeras campañas en la Liga.
Un camino que comenzó con la contratación como técnico de un histórico de las pistas, un Carles Marco que llegaba a Oviedo con la ilusión por bandera a la hora de tomar las riendas del que pasará a la historia como su primer proyecto como primer entrenador: “Que apuesten por ti siempre es algo muy ilusionante pero que lo haga un equipo como este que viene de unos años en los que han hecho las cosas realmente bien hace que te sientas aún mucho más agradecido. A nivel personal, hacerme cargo del Oviedo suponía y supone todo un reto tras tantos años como jugador y unos inicios como entrenador ayudante, es el inicio de una nueva etapa hacia la que siento una gran responsabilidad y en la que espero que ese crecimiento que ambas partes buscamos pueda convertirse en una realidad a final de temporada”.
De este modo, el Unión Financiera comenzaba su versión 3.0 en una categoría en la que comenzaron a dejar atrás su condición de novatos con la construcción de una plantilla de la confianza del técnico: “El punto de partida fue el mismo que pueda tener cualquier club, es decir, la construcción del mejor equipo posible adaptado al presupuesto del que dispones. Sin salirnos de esos parámetros tuve muy claro que los jugadores que vinieran a Oviedo debían compartir con el club y con el cuerpo técnico nuestra ambición y nuestras ganas de poder seguir creciendo junto a ese bloque de jugadores que habían dado un buen rendimiento en temporadas anteriores y que debían de ser quienes aportaran al vestuario ese conocimiento del club y la competición para facilitar su adaptación”.
La plantilla del Unión Financiera, vista por su técnico:
Bases: Ferrán Bassas y Zaid Hearst
Uno de los hombres fijos en esa planificación deportiva de cara a la actual temporada no podía ser otro que el de un Ferrán Bassas que ejerció ya el pasado curso como uno de los mejores bases de la competición.
Con su futuro claramente encaminado hacia la Liga Endesa, la continuidad del jugador catalán en la disciplina del club supuso todo un alivio para un técnico encantado con su renovación más valiosa: “Ferrán es uno de los hombres más importantes en nuestra plantilla. Este año es muy importante para él a nivel personal ya que supone una nueva oportunidad para demostrar al baloncesto que puede jugar aún más arriba algo que nosotros trataremos de aprovechar pidiéndole ya no sólo dirección y anotación sino también una capacidad de liderazgo a la hora de transmitir al equipo las instrucciones del cuerpo técnico”.
Y aunque en un principio fue el norteamericano Justin Crosgile el elegido para formar pareja con Bassas en la dirección, su baja transcurrido el primer mes de competición fue cubierta con la llegada de Zaid Hearst, un compatriota de pasaporte cotonou: “Aún está aclimatándose al equipo La idea es darnos minutos de calidad en la rotación siendo un poco el contrapunto de Ferrán en la dirección. Es un jugador anotador, más físico de lo que teníamos. Que puede jugar en varias posiciones, que nos puede ayudar en el rebote. Tiene capacidad atlética y espero que podamos encajarlo para que ayude a mejorar al equipo”.
Aleros: Javi Marín, Agustín Prieto, Víctor Pérez, Jordan Swing y Diego Sánchez
Asegurada la continuidad de su hombre fuerte en la dirección, el capítulo de renovaciones obtuvo los frutos deseados en el perímetro con la continuidad del capitán Agustín Prieto, el veterano Diego Sánchez y el explosivo Víctor Pérez.
Tres jugadores indispensables en los esquemas del nuevo Oviedo y a los que Carles Marco ha otorgado galones de líderes en el vestuario de Pumarín: “En la línea exterior tenemos una buena mezcla entre jóvenes y veteranos propiciada por la continuidad de tres jugadores de la temporada anterior teniendo cada uno de ellos un perfil muy diferente lo que les hace realmente valiosos para nosotros. Todos ellos están perfectamente asentados en la competición pero pueden seguir creciendo esta temporada, por ejemplo Víctor seguirá siendo nuestro referente anotador pero podemos pedirle aún más cosas como ayuda en el rebote y una mayor consistencia defensiva lo que hará de él un jugador aún más completo. Por su parte, Diego debe seguir siendo un líder dentro y fuera de la pista aportándonos intensidad tanto al tres como al cuatro mientras que Agustín es uno de los pocos jugadores que no conocía pero que me ha sorprendido gratamente ya que nos aporta minutos de calidad defensiva acompañados de un buen trabajo en diferentes aspectos del juego”.
Una tripleta de lujo complementada con dos jugadores con mucho futuro y que tendrán en Oviedo la oportunidad de demostrar su enorme calidad. Por un lado el base-escolta Javi Marín, de vuelta tras superar una lesión, y por otro todo un killer como el alero Jordan Swing: “Desde el primer día Jordan ha sido toda una apuesta en la anotación para nosotros complementando a Víctor en esta faceta. Queríamos esta regularidad en la anotación aportándonos puntos tanto en estático como a través de penetraciones y contragolpes y estamos muy contentos con los resultados que nos está dando sobre la pista. En el caso de Javi Marín esta será su gran oportunidad tras hacerlo muy bien en la LEB Plata, puede ayudarnos en dos posiciones siendo el dos su punto fuerte donde se convertirá en un gran complemento también para Víctor aportando también en el aspecto defensivo”.
Pívots: Fernando Fernández, Dan Trist, Kevin Van Wijk y Mario Cabanas
La principal revolución en la plantilla llegó con un juego interior completamente renovado a través de dos apuestas, un retorno y un experimentado jugador con los que aportar solidez a la pintura.
Una estructura en la que la polivalencia de la gran mayoría de sus integrantes está dando los frutos deseados a un equipo en el que el retorno de Kevin Van Wijk ha enriquecido a sus compañeros: “Esta temporada hemos apostado por un juego interior completamente renovado si exceptuamos el regreso de Kevin Van Wijk quien estuvo ya en el equipo dos temporadas atrás. La idea no es otra que el poder dar un paso al frente con una pintura en la que tendremos un único cuatro abierto como Fernando Fernández quien puede ayudar también al tres pero quien debe aprovechar su ambición tras un buen año en Plata para asentarse en su tierra. Por su parte, Kevin regresa este año como un jugador con una mayor experiencia e incluso pudiendo jugar un poco más abierto de lo que se pudo ver en Oviedo en su anterior etapa pero siendo también capaz de jugar al cinco aguantando defensivamente a hombres fuertes. Está muy identificado con la ciudad y el proyecto y eso hace que vaya a muerte con nosotros”.
Solidez y calidad redondeada en el puesto de cinco por un sorprendente debutante como Daniel Trist bien secundado por un Mario Cabanas al que las lesiones no han permitido desplegar su potencial en un tramo inicial que está a punto de dejar atrás para regresar con fuerza: “Mario es nuestro cinco puro, un hombre que puede jugar muy bien al poste bajo y que no ha comenzado con mucha suerte la temporada por las lesiones pero que tiene que aportarnos su experiencia en la competición para ayudarnos a crecer mientras que Dan Trist está venciendo bien a la inexperiencia en la competición para alternar el 4 y el 5 con un buen tiro. Nos vendrá muy bien de cara a aquellos partidos en los que tengamos que plantar cara a nivel defensivo”.
Ilusión, confianza y… ¡Pumarín como aliado!:
Con una plantilla muy compensada en las diferentes líneas, el técnico Carles Marco ha tenido muy claro desde el primer día el estilo de juego con el que dotar a un equipo de esos capaces de generar temor en el rival.
Un juego rápido y atractivo para el espectador con el que poder crecer día a día en la competición: “Mi idea siempre ha sido la de conseguir que el equipo juegue rápido. No me importa si hay un buen tiro al quinto segundo de posesión el poder hacerlo pero debemos intentar correr a través de una defensa dura e intensa que trabaje muy bien el rebote defensivo. Queremos ser dinámicos, jugar con más pases que botes y que tengamos una buena actuación global para no depender en exceso del talento individual de un jugador y otro. Pero, como digo, la clave será el poder tener una defensa agresiva en toda la pista y, cuando no pueda ser así, saber que al menos debemos dejarlo todo en nuestro campo”.
Con ello, los ovetenses volverán a luchar para poder estar lo más arriba posible en una competición en la que se sienten realmente a gusto: “Tal y como preveíamos está siendo una liga muy igualada en la que pequeños detalles van a determinar que puedas estar en un puesto u otro. No veo a ningún equipo capaz de estar arriba dominando con claridad en una temporada en la que el partido a partido va a ser más importante que nunca. En nuestro caso, afrontamos la competición pensando únicamente en el próximo partido y, cuando este pase, empezaremos a pensar en el siguiente, eso sí, con la ilusión de ganar todos ellos para poder llegar lo más arriba posible y sabiendo que será nuestro juego el que dictamine nuestro lugar en la tabla”.
Y todo ello con la complicidad de unas gradas que han aumentado este año su capacidad para poder acoger a un mayor número de seguidores en un Polideportivo de Pumarín que quiere mantener intacto su efecto: “Estamos realmente orgullosos de nuestra afición a la que lanzamos un mensaje de unidad ya que si estamos juntos podremos llegar lejos. Desde el partido de presentación a nuestros primeros compromisos en casa han respondido como esperábamos de ellos y ahora no podemos hacer otra cosa que no sea trabajar para poder darle el mayor número de alegrías posibles durante la temporada”.