El pívot se ha convertido en un jugador trascendental en ambos lados de la cancha y disputará su segundo cita de las estrellas en Nueva York. Lleva nueve años consecutivos compitiendo con la selección española, con la que ha sido campeón del mundo, de Europa y subcampeón olímpico para un total de siete medallas. "Venir a la selección crea adicción".
FRANCISCO RABADÁN / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
El caso de Marc Gasol simboliza la fortaleza de la superación constante. Pocos habrían pensado que en una década aquel chaval que permanentemente estaba en el banquillo del FC Barcelona un poco pasado de peso se convertiría en el mejor pívot puro de la historia de España.
La eclosión de Marc coincidió con un verano histórico para el baloncesto español. En 2006, se ganó un puesto en el equipo nacional tras una gran preparación en San Fernando y viajó hasta Japón para disputar el Mundial FIBA en el que España acabaría como campeona. Marc lloró –cuando su hermano se lesionó en la semifinal-, defendió –que le pregunten al griego Sofoklis Schortsanitis- y disfrutó –cuando levantó el trofeo de campeón- en un torneo con el que dejó su tarjeta de presentación al mundo. “Sueño con llevar a Pau a lo más alto del podio como sea”, aseguró antes de la final. Dicho y hecho.
El impacto de Marc se hizo notar también en la liga ACB tras conseguir un rol predominante en el desaparecido Akasvayu Girona con el que fue MVP de la ACB. Con la selección española, desde su debut, no ha fallado a ninguna cita internacional. Los segundos puestos en el EuroBasket 2007 y Juegos Olímpicos de Pekín ayudaron a que el rol de Marc fuera creciendo en el equipo hasta convertirse en una pieza indispensable.
El verano de 2008 sirvió para que llegara la hora de seguir los pasos de su hermano entrando en la NBA con los Memphis Grizzlies. “Pau me ha ayudado a reflexionar sobre la posibilidad de ir a la NBA, aunque la decisión sólo podía tomarla yo”. En su primer año fuera de España, Marc no decepcionó asentándose inmediatamente como uno de los titulares de la franquicia. En el verano, Marc sería clave en el triunfo de la selección en el Europeo de Polonia. Nunca bajó de los 15 minutos por partido y su presencia defensiva fue determinante.
Para 2010, el de Sant Boi se tuvo que enfrentar al doble reto de ser la titular por primera vez en su carrera con España y paliar la ausencia de su hermano Pau. Marc jugó un torneo destacado firmando su tope anotador con España hasta la fecha con 25 puntos ante Líbano. La alegría se tornó en decepción con el inesperado triple de Teodosic en los cuartos de final, que impidió a los nuestros defender el oro conseguido en Japón cuatro años atrás.
Todo cambió para el EuroBasket de Lituania de 2011. España desplegó en este torneo su versión más demoledora con los hermanos Gasol por primera vez compartiendo pintura tanto tiempo seguido. Las estadísticas de Marc crecieron hasta los 13,3 puntos y 7,3 rebotes por partido resarciéndose de la crítica que más había oído en el anterior Mundial de Turquía: pasó de un 56,2% en los tiros libres a un 84,1%.
Tras firmar una temporada histórica con los Memphis Grizzlies, donde fue elegido para jugar su primer All Star Game de la NBA, el de Sant Boi exhibió su rol creciente en los Juegos de Londres promediando 15,5 puntos en la fase final. Pero la final olímpica le dejó un regusto amargo que espera poder quitarse algún día. En el segundo cuarto acumuló cuatro faltas y no pudo ayudar todo lo que hubiera querido al equipo. Pese a ello, acabó con 17 puntos en 17 minutos ante Estados Unidos.
La temporada 2012/13 trajo bajo el brazo un premio histórico para el baloncesto español: Jugador Defensivo de la temporada en la NBA. Además, de eso Marc guio a su equipo al mayor éxito de su trayectoria accediendo por primera vez a las finales de la Conferencia Oeste. Ese verano, las bajas dieron, si cabe aún, una mayor responsabilidad a un Marc que respondió con creces a la exigencia en el EuroBasket de Eslovenia. España fue bronce de un campeonato en el que cayó con Francia –el futuro campeón- en la prórroga. Firmó su partido más dominante con el equipo nacional logrando 32 puntos y 10 rebotes ante Italia.
Marc completaría su noveno campeonato consecutivo con la selección en la esperada Copa del Mundo de España. “Venir a la selección crea adicción. Estoy encantado de estar aquí”, comentó en la preparación. Sin embargo, tras un torneo sin sobresaltos, el pívot se quedó tan helado como el resto de sus compañeros en el partido de cuartos cuando inesperadamente Francia se volvía a cruzar en el camino de España. “Todos estamos tristes y decepcionados. No nos los esperábamos”, explicó. Habrá más oportunidades para vengar a este nuevo némesis de España, por ejemplo, el EuroBasket de Francia de este próximo septiembre.
A sus 29 años, Marc se está sacando la espinita clavada del verano firmando su mejor temporada anotadora en la NBA con 19,3 puntos por partido. Su progresión no tiene límites tras perder casi 20 kilos este pasado verano. “Perder peso te hace sentir más cómodo, me hace sentir que puedo empujar todo el tiempo. Ahora ya no me siento en el asiento del copiloto y dejo que alguien tome el mando. Soy yo quien puede dirigir en todo el partido”, explicó sobre su nuevo estatus. El mediano de los Gasol es patrimonio del baloncesto español y sus siete medallas en nueve años con el equipo así lo atestiguan.