Ranko Zeravica abrió un Clinic Internacional con vocación de continuidad. A sus 85 años, el mítico entrenador serbio sigue en plenitud de facultades. Su repaso comenzó por su prioridades cuando entrenaba, la selección y formación de jugadores; por su predilección por el contraataque, y, sobre todo, por el trabajo individual. "Que los jugadores tengan la capacidad de crear el juego, de identificar lo antes posible las situaciones de un partido", afirmó. Hace años, su apuesta por el talento se encontró con un obstáculo: "A finales a los 90, los entrenadores buscaron destacar y pusieron la táctica por encima de la técnica individual. El entrenador quería controlarlo todo y empezó a dedicar mucho tiempo, incluso una hora de cada entrenamiento, a trabajar los sistemas". En su opinión, todo ello perjudicó "la precisión de los jugadores, que están más concentrados en cómo ejecutar el sistema que en anotar".

Zeravica reforzó sus argumentos con estadísticas de bajos porcentajes de acierto en playoffs de la Liga ACB o en otras competiciones de alto nivel. La excusa puede ser una buena defensa, pero a Zeravica no le vale. "El objetivo debe ser anotar una canasta más que el contrario. La defensa solo es una herramienta más en el juego", rebatió. En su charla, el técnico serbio puso sobre la mesa nombres como Rudy Fernández ("con más minutos, hubiera sido el MVP por Mundial 2010, por delante de Kevin Durant"), Fernando Romay ("un día nos hizo 28 puntos, pero cuando le obligaron a jugar por fuera fue un jugador desaprovechado"), Allen Iverson ("era un individualista total, pero al público le encantaba") o Michael Jordan ("más importante que sus puntos era su capacidad de desmarcarse"). La clave está en colocar a cada jugador en su sitio y en confiar en el talento individual, sobre todo en el de los jugadores capaces de marcar la diferencia. "No todos los jugadores son iguales y la jerarquía es importante. Ahora, a los entrenadores no les gustan las estrellas, pero las estrellas son necesarias". Incluso que un jugador en racha pueda estar 40 minutos en pista. "En el fútbol se les prepara para que estén 90 minutos en el campo, ¿por qué en el baloncesto no?".

También criticó aspectos del baloncesto moderno, como la abundancia de ayudantes. "¿Qué hacen 11 personas en el banquillo? ¿Para qué sirven? El entrenador debe tener toda la responsabilidad y no repartirla con nadie". Y rompió moldes sobre la principal cualidad de un entrenador: "Lo más importante es la comunicación. Tener buena comunicación con el mejor del equipo, con el peor, con los ayudantes, con el que lleva toda la vida en el club, con los directivos, los trabajadores del club, los periodistas o los demás entrenadores..." Por último, adelantó su preocupación por las categorías de base, con los niños más pendientes de la oferta de ocio (televisión, internet...) que del baloncesto. "En cuanto salen del entrenamiento, olvidan lo que han hecho y ni siquiera ven partidos por la televisión. Eso hay que cambiarlo".

En su segunda parte, el clínic se trasladó del auditorio de la Dehesa Navalcarbón al pabellón para la conferencia de Daniel Pintor sobre el proceso del trabajo en cantera. Desde el MTI (Medio Táctico Individual) hasta la unión de varios MTCB (Medios Tácticos Colectivos Básicos), que dan origen a los sistemas de juego, Pintor mostró un proceso de trabajo que va paso a paso, sin prisas, y, sobre todo, sin etiquetar a los jugadores antes de tiempo: "Antes del último año de infantil o el primero de cadete hay que formar jugadores polivalentes. Con paciencia, que el talento aparezca... Ya llegará el momento de darle un rol a cada uno".

A sus 69 años, Daniel Pintor mantiene un entusiasmo y capacidad de trabajo que se reflejó sobre la pista con la ayuda de jugadores de la cantera del CB Las Rozas. Primero, con movimientos alrededor de la pintura, después incluyendo la línea de fondo y, más tarde, los movimientos de los pívots y los bloqueos indirectos. Pero siempre con apuntes y consejos ("hay que observar al adversario de nuestro compañero más que al compañero") y, sobre todo, con una prioridad: progresar hacia la canasta. Por cuantos más caminos, mejor. Así, el sistema pasó de atacar por un sitio a hacerlo por dos y de contemplar dos opciones de pase a tres o cuatro. Todo ello dentro de una vocación formadora, con un sistema que protege a los que van más retrasados, crea problemas a las defensas contrarias y enriquece a los jugadores porque el juego individual convive siempre con el colectivo.

La mañana se cerró con una mesa redonda sobre el trabajo con la cantera. A Zeravica y Pintor se unieron José Mera, Luis Moreno, el subcampeón olímpico José Manuel Beirán y Paco Torres. Zeravica fue tajante al criticar la política de fichajes de muchos clubs ACB: "Pese a los éxitos de España en las categorías inferiores, los clubs fichan jugadores mayores. Parece que los entrenadores no quieren trabajar con los jóvenes y perdemos muchos talentos. " Beirán apostó por insistir en lo básico (pase, bote y tiro) y, sobre todo, por enseñar a pensar; Paco Torres abogó por el gusto por el detalle y el respeto a los árbitros, y Luis Moreno coincidió con Daniel Pintor en la autocrítica: "A veces nos falta paciencia".