Nueva columna de opinión de José Luis Sáez, presidente FEB.
POR JOSÉ LUIS SÁEZ
La decepción que en lo deportivo hemos sufrido todos en la Copa del Mundo no puede empañar ni el prestigio organizativo que ha supuesto
ni la ilusión por el futuro en este próximo ciclo 2015-2018.
El éxito en la organización, que ha recibido el reconocimiento de la FIBA y de todas las federaciones nacionales y organizaciones presentes en el campeonato, se ha visto reforzado en los últimos días por los espectaculares datos de impacto del evento en los canales digitales.
Twitter, YouTube, Facebook y la página específica en
www.fiba.com, tanto en su versión en inglés como en castellano, han sido plataformas de seguimiento global y millonario. Y han transmitido los valores de la Marca Baloncesto por los cinco continentes en lo que ha constituido una campaña de promoción de nuestro deporte sin precedentes.
Además, y a la espera de contar con un balance general definitivo, algunas sedes han empezado a ofrecer ya datos del retorno económico que ha significado el campeonato, unos datos incluso en algunos aspectos por encima de las previsiones más optimistas.
Todo lo cual nos obliga a mantener la máxima ilusión por un futuro que,
a falta de cerrar el verano en el Mundial Femenino de Turquía que arranca este próximo fin de semana, encararemos como primer potencia europea y segunda del mundo. Posición en la que nos hemos confirmado un año más gracias a las ocho medallas conquistadas en las últimas semanas en diferentes categorías de formación, tanto masculinas como femeninas.
No nos faltan ideas ni proyectos, ni fuerzas para afrontar el próximo periodo con nuevos retos, en las canchas y fuera de ellas. Proyectos deportivos, sociales y de gestión, entre los cuales va a merecer un esfuerzo prioritario la organización de l
a Copa del Mundo Femenina del 2018. La experiencia de la Copa del Mundo 2014 y el ejemplo que ha supuesto de una nueva gestión y visión de lo que es un gran evento deportivo internacional nos van que servir sin lugar a dudas para presentar próximamente al
Central Board una candidatura extraordinaria, nunca antes planteada para un campeonato de deporte femenino.
Detrás tenemos no sólo esa ilusión sino una cifra record de mujeres practicantes de baloncesto, clubes apasionados, entrenadores de formación ejemplares. Y esperamos contar también con la complicidad de las instituciones y el apoyo de marcas y empresas que quieran participar en el objetivo de relanzar de forma única el deporte femenino.
El ciclo 2015-2018 puede ser también un ciclo apasionante para todos. Nuestro compromiso es ya desde hoy compartirlo de nuevo con todos.