MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Ante Ucrania se reprodujo ese guión similar al del partido del día anterior frente a Croacia y que ya intuíamos como posiblemente habitual en muchos de los que la Selección tendrá que afrontar durante la Copa del Mundo. Guiones que presentan serias dificultades para España por los planteamientos y cualidades de unos rivales hipermotivados y a la vez exentos de presión. Que requieren de esfuerzo continuo y de paciencia para resolverlos favorablemente bien desde el talento propio o desde el descenso de rendimiento del adversario. Por lo tanto, la experiencia vivida en Badalona y los dos partidos ante selecciones serias, talentosas y bien organizadas como demostraron ser Croacia y Ucrania adquiere una importancia capital en la preparación de cara al futuro.

Experiencia enriquecedora sí, para ir adquiriendo costumbre de convivir con dificultades, con presiones por no sólo ganar sino agradar, por tener la obligación de cumplir con todas las expectativas creadas y conseguirlo también desde partidos trabados, desde, como sucedió en el último, porcentajes sorprendentemente bajos, desde marcadores que se mantienen ajustados hasta el último cuarto o hasta incluso el minuto final. Y al valor de esa paciencia aludida en la jornada anterior esta vez y concluido el torneo de Badalona se unió el de la autoexigencia de todos los integrantes, conjurados pública y privadamente en seguir mejorando de cara al futuro inmediato.

Y es que el grado de excelencia adquirido por esta selección hace que ni ellos mismos se den nunca por satisfechos por mucho que en el camino vayan dejando una estela de continuas victorias que los ha convertido en eternos favoritos. Y esa autoexigencia, individual y colectiva, es lo que los hace ser todavía mejores con el paso  de los años y en consecuencia se hayan acostumbrado a subir a lo alto de los pódiums verano tras verano. Saben que no hay nada más difícil en el deporte que ganar después de ganar y que todos los rivales siempre se preparan especialmente para entablar con ellos las batallas más heroicas en el reto por derrotarles. Todas esas sensaciones las experimentaron en los dos últimos ensayos y supieron salir victoriosos de ambos combinando sus cualidades propias del juego con una mentalidad adecuada para enfrentarse a los problemas.