Nueva columna de opinión de José Luis Sáez, presidente FEB.
POR JOSÉ LUIS SÁEZ
Tres campeonatos internacionales,tres finales y tres podios.
El balance de nuestras selecciones en lo que va de verano es desde este fin de semana un poco mejor. Es cierto que nos queda el regusto amargo de perder una final, inevitable en equipos que luchan hasta el último suspiro por ganarlas. Y que las hemos podido ganar lastres. Pero ningún otro país presenta, a estas alturas del verano, la tarjeta del baloncesto español.
Al igual que en las dos anteriores citas las chicas, también los chicos de la U20 han confirmado a nuestro baloncesto como una referencia europea en categorías de formación con las características que nos han hecho fijos en los podios: competitividad, esfuerzo hasta el límite de las posibilidades, talento individual y carácter de equipo. Valores que también ha sabido exhibir la selección de Turquía, a la que hay que felicitar por su merecido triunfo.
Año a año, nuestros jóvenes demuestran que si se les permite competir, si cuentan con la confianza suficiente para desarrollar sus capacidades, están entre los mejores de Europa y del mundo. Las selecciones les abren cada doce meses las puertas de la competición internacional; sus entrenadores y los clubs que les trabajan hacen durante toda la temporada una labor imprescindible. Pero tenemos que conseguir que su salto a las plantillas de elite sea la norma, no la excepción.
En los últimos años hemos podido leer o escuchar en numerosas ocasiones que el contexto de crisis económica iba a jugar a favor de nuestros jugadores. El balance de s habrá sido o no así habrá que hacerlo en su momento. Pero lo verdaderamente importante es ser consciente de que no el de crisis sino cualquier contexto es ideal para dar salida a los jóvenes deportistas. Por muchas razones, desde la identificación hasta la continuidad, pero sobre todo porque su calidad está a la altura de los mejores.
Si nuestros jóvenes son fijos en los podios internacionales, ¿por qué no pueden seguir siéndolo años después como internacionales absolutos frente a las generaciones a las que ahora superan? Ellos son nuestro futuro, y es responsabilidad de todos que ese futuro sea el mejor y más ilusionante posible.
Y por último destacar que no menos importante que los resultados deportivos, para nosotros lo es el que los españoles –aficionados o no- hayan podido vivir en directo las tres finales disputadas por nuestras selecciones a través de Teledeporte. Uno de los principios que rigen la gestión de la FEB es el de invertir en la promoción del baloncesto y su popularización social. La colaboración en este sentido de Televisión Española está siendo pieza esencial.
Que a los aficionados al deporte en general y al baloncesto en particular les empiecen a sonar ya familiares apellidos de nuestros jóvenes internacionales es, desde luego, también un éxito.