CES 2014
Diego Ocampo: la importancia del detalle
7/19/2014 - 11:38 AM
Cuando los casi doscientos entrenadores sentados en la grada despidieron a Diego Ocampo con una sentida y prolongada ovación le estaban transmitiendo tanto respeto como agradecimiento por tres días de continuas lecciones de baloncesto y, tanto o más importante, de conducta.
Miguel Panadés
Diego Ocampo, nuevo entrenador de UCAM Murcia en Liga Endesa, apenas levanta la voz en su discurso pero su mensaje llega al fondo de todos y cada uno de los alumnos. Ha estado muchos años al lado de maestros del baloncesto, de entrenadores referentes de las nuevas generaciones pero además de impregnarse de esos conocimientos adquiridos, ha sido desde su propia personalidad, desde ese carácter aparentemente discreto pero muy fuerte y directo a la hora de tratar con jugadores, donde ha forjado su perfil de entrenador de élite. Sí, Diego, como Sito Alonso, como Jaume Ponsarnau o como todos los que ahora peinan canas pero en su día irrumpieron con fuerza en nuestro baloncesto, aparece en escena ofreciendo unos argumentos extraordinarios.
Y precisamente ese mensaje fue el que transmitió a los alumnos del CES. Que fueran ellos mismos, que recogieran información pero que aplicaran en sus equipos y a sus jugadores aquello en lo que realmente creyeran. Que tuviesen como objetivo enseñar, hacer jugar bien, y aunque está claro que entra en un mundo donde los resultados son siempre trascendentales que consideraran éstos la consecuencia del trabajo bien hecho y no la obsesión desde la salida.
Ocampo habló en Zaragoza de formación recorriendo los diferentes espacios de la pista, desde el perímetro a la zona, desde el ataque a la defensa, también fue a buscar aspectos motivacionales en este proceso siempre apasionante como es el de mejorar al jugador. Y siempre, absolutamente siempre, se detuvo en el detalle, realzó la importancia de ese gesto técnico que no debe pasar desapercibido al entrenador. Todos nos beneficiamos de sus conocimientos pero fundamentalmente aprendimos de su carácter, de su humanidad que, como sus argumentos, posee tantas dosis de sencillez como de calidad.