CARMELO GUTIÉRREZ / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

El último en llegar se ha colocado el primero de la lista. El 14 de febrero, apenas quince días antes de comenzar la fase por el ascenso en el Grupo E, CB Andraitx-Giwine anunciaba su última incorporación: Álvaro Lombera, ala-pívot de 2.01. “Destaca por su poderío físico y su gran capacidad de salto, cualidades que le convierten en un gran defensor y un excelente reboteador”, apuntaba la nota de prensa emitida por el club balear.

El debut de Lombera con su nuevo equipo tuvo que esperar hasta el 2 de marzo, pero el jugador cántabro ha respondido a la perfección a las expectativas y cualidades descritas por su club en la presentación: 25.3 puntos, 8.7 rebotes y 31.3 de valoración en las tres victorias de un CB Andraitx-Giwine que se ha convertido en el líder destacado del grupo por el ascenso en el Mediterráneo.

Como decíamos, dieciséis días hubo de aguardar Lombera para saltar a la cancha con su nuevo equipo. Dos semanas y media que le permitieron adaptarse al equipo y acumular fuerzas. Porque desde su entrada en cancha, el ala-pívot cántabro solo ha descansado siete minutos y veintiocho segundos en tres encuentros.

Su impacto en el CB Andraitx-Giwine ha sido espectacular. En su primer encuentro, en el que era el tercer derbi balear consecutivo, Lombera contribuía con 19 puntos y 8 rebotes en la primera victoria de su equipo ante Opentach Basquet Pla, que venía de derrotarles en sus dos enfrentamientos anteriores.

Moral por las nubes en el cuadro balear, que la semana siguiente afrontaba una durísima prueba recibiendo al Units Pel Basquet Gandía, el gran dominador de la temporada en el Grupo E. Pero los valencianos caían en el feudo isleño, con gran protagonismo de Lombera: 30 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 35 de valoración.

Y el espectacular arranque del CB Andraitx-Giwine, que le ha llevado a aventajar en dos triunfos al cuarto clasificado del grupo E (la última plaza que se queda fuera del ascenso), tuvo continuidad en Benidorm: contundente triunfo para los de Óscar Olivenza, que, por primera vez desde su llegada, daba descanso a su pupilo cántabro. Merecido, por cierto, tras sumar 27 puntos, 10 rebotes y 37 de valoración. Quién sabe cuales podrían haber sido sus registros de haber estado los cuarenta minutos sobre la cancha.

Pero la historia de Álvaro Lombera esta temporada no se circunscribe solamente a las Islas Baleares. El ala-pívot comenzó el curso enrolado en las filas del Ferrer Sport Center Santa María, del Grupo A-A. Con el conjunto riojano, Lombera disputó siete encuentros, con casi 34 minutos en pista, promediando un ‘doble-doble’: 16.4 puntos y 10 rebotes, para 17.3 de valoración.

Nacido en Santander el 14 de agosto de 1984, Lombera ha desarrollado gran parte de su carrera en la tierra que le vio crecer: dos temporadas y media en Pas Piélagos y cuatro en el CD Estela (todas ellas en EBA), además de una incursión de cuatro partidos en la por entonces LEB con el Alerta Cantabria (2005/06). Anteriormente, este ‘producto’ de la factoría Siglo XXI del País Vasco (como Fran Vázquez, los hermanos Urtasun, Sergio Rodríguez, Saúl Blanco, etc.) disputó una temporada con el Unicaja y dos en Monzón.