No dio opción la selección española en la final del Torneo de Barakaldo ante Hungría y se alzó con el título. El equipo nacional demostró fortaleza en todo momento del partido y la prueba de ello fue el 9-0 de parcial de salida de las de Víctor Lapeña. El equipo español controlaba en todo momento el partido gracias a las aportaciones de su juego exterior y al trabajo de sus interiores bajo los aros. Las magiares intentaban acercarse en el marcador, pero en los minutos finales del primer acto, las españolas volvieron a poner un parcial de 10-0 que les colocaba 14 arriba, 25-9. El primer periodo fenecía con una ventaja de 17 puntos para las españolas, 28-11. 

Pero en el segundo acto la selección nacional seguiría sumando en el marcador. Víctor Lapeña daba entrada en la cancha a todas las jugadoras del conjunto español que mantenían la velocidad en el juego de la selección española. Las centroeuropeas conseguirían colocarse a 11 tantos (30-19, m.15), pero la sensación de dominio era claramente favorable al cuadro español. Esta sensación se refrendaría minutos después, cuando un parcial de 12-0 colocó a las españolas por encima de los 20 puntos de ventaja (42-19, m.17). El acierto en el tiro exterior y el contraataque ibérico fueron claves para que al descanso, España se marchara con una cómoda renta en el marcador, 44-23.

En la segunda parte, la selección española siguió sumando desde el comienzo del tercer cuarto. La entrada en juego de María Conde complementó el perímetro español con unas grandes Ángela Salvadores e Iris Junio. España seguía conservando la renta de 20 puntos de diferencia en el marcador, y mantenía la diferencia con las magiares en todo momento. La defensa y el contraataque seguían  siendo las armas de España para seguir por delante en el tercer periodo, 57-33, y afrontar con garantías los últimos 10 minutos.

Diez últimos minutos en los que Víctor Lapeña dio la orden de no bajar la intensidad a las españolas. El combinado español siguió demostrando fortaleza en defensa ante una selección magiar que no bajaba los brazos, y a falta de cinco minutos para el final controlaba el partido con 25 puntos de ventaja (62-37, m.35). Con este panorama, Víctor Lapeña dio entrada a todas las jugadoras para seguir mejorando esquemas y fundamentos de cara a próximas preparaciones y torneos de este combinado. Al final, una victoria de la selección nacional que se lleva este Torneo de Barakaldo.

En el partido por el tercer puesto, Polonia se alzó con la victoria ante la selección de Euskadi en un partido en el que la igualdad fue la protagonista durante la primera mitad. Los dos equipos pelearon en todo momento el choque y prueba de ello fue el marcador con el que se llegó al final del primer cuarto, un 17-17 que dejaba abierto el segundo acto. Las polacas intentaron abrir distancias ante la selección vasca. Pero se encontraron con un combativo cuadro de Alex Aurre en el que Aitziber Ardanza lideraría a las vascas. Al descanso, la igualdad seguía con 28-27 favorable a Polonia.

Tras el descanso, parecía que el cuadro polaco iba a abrir diferencias con Euskadi gracias a su gran inicio. La aportación de Stawinska lanzaba a las eslavas al tiempo que Piedel complementaba a Polonia para terminar por delante a falta de 10 minutos, 44-39. Pero las de Alex Aurre no se rendirían, y en el último cuarto encontrarían en Cristina Molinuevo y Sara Iparragirre a dos figuras decisivas para igualar el ritmo de juego del partido y poner el empate a 57 tras cuarenta minutos de juego, lo que llevaría el partido a la prórroga. En el tiempo extra, la defensa de Polonia en zona 2-3 y el acierto de las interiores polacas les hizo sumar una victoria que les daría el tercer lugar.