Nueva columna de opinión de José Luis Sáez, presidente FEB.
POR JOSÉ LUIS SÁEZ
Hoy abrimos la semana de las Fiestas más entrañables del año, y lo hacemos con la gran satisfacción de la reciente designación de nuestra candidatura como la mejor para la organización de la Copa del Mundo Femenina 2018.
Como habíamos repetido en numerosas ocasiones, era uno de nuestros grandes objetivos de futuro. Trabajamos al máximo para conseguirlo, con las dificultades adicionales de que al mismo tiempo estábamos organizando la Copa del Mundo 2014. Como en todos nuestros proyectos, lo encaramos con pasión, con compromiso, y nos dejamos la piel.
Ha valido la pena. Las reacciones que recibimos días atrás, las primeras prácticamente sólo unos minutos después de que la FIBA diera a conocer su decisión, nos desbordaron. Porque no sólo se trató de las lógicas felicitaciones sino también –y para nosotros lo más importante- de mensajes cargados de ilusión por un proyecto que ya es de todos.
Así lo sentimos y así lo vamos a impulsar, porque no es un proyecto únicamente deportivo, de una competición, sino mucho más: una pata de ese Universo Mujer con el que queremos elevar al baloncesto, y en especial al femenino, a una posición de la máxima relevancia social. De la mano de nuestras jugadoras, de nuestras mujeres, de programas y proyectos específicos para su desarrollo y promoción.
El mismo día en que se hizo pública la designación de España 2018 nuestras Selección Femenina recogió un nuevo premio. Especialmente significativo por decidirlo las propias mujeres, las lectoras de Mujer Hoy, por basarlo en los valores de los que el Baloncesto Español tan orgulloso se siente y por compartirlo con unas premiadas y premiados de primera línea. Los aplausos que se llevó Universo Mujer fueron ya no una recompensa sino un acicate más. Y una responsabilidad que asumimos convencidos de que va a estar a la altura de los grandes retos.
Quiero que estas últimas líneas sean para desear a todos unas muy Felices Fiestas, en especial a quienes peor lo han pasado en los últimos meses, ya sea por problemas derivados de la crisis económica o por cuestiones de salud. Ni la FEB, ni el Baloncesto tenemos la capacidad de cambiar el mundo, pero, como hemos dicho en numerosas ocasiones, sí creemos que podemos ayudar a que una parte de la sociedad, la más necesitada, pueda tener esperanza en el futuro.
Por eso en estos últimos días, mientras celebrábamos la designación de la Copa del Mundo Femenina 2018, no hemos dejado de organizar y participar en actos solidarios de fuerte carga y emotividad social. Es nuestra pequeña aportación a la mejor y más Feliz Navidad posible.