La evolución de Serge Ibaka no encuentra límites. La ética de trabajo del jugador de origen congoleño le ha convertido en un claro aspirante a jugar un All-Star de la NBA y a ser actualmente la primera opción ofensiva de Oklahoma City Thunder tras las lesiones de Russell Westbrook y Kevin Durant.
El español está respondiendo en la cancha con 15,5 puntos y 7,8 rebotes por partido, aunque lo más llamativo es la manera en la que está logrando sus puntos. En 13 encuentros, el español ha igualado los 23 triples que logró en la pasada temporada de la NBA y promedia casi dos aciertos por choque desde la línea de 7,25.
“Su juego no para de mejorar. Si el año pasado ya era uno de los mejores lanzadores de media distancia de la NBA, ahora ha dado un paso más siendo una amenaza en la línea de tres. No le veo límites a su desarrollo. Ahora tiene que mejorar su juego cerca del aro”, comenta el técnico del equipo Scott Brooks.
Ibaka tampoco ha perdido un ápice de su conocida faceta defensiva. Lidera a Oklahoma en tapones por partido y se mantiene entre los 10 mejores de la NBA en esta faceta. A sus 25 años, no para de crecer en todas las facetas del juego. Lo mejor de Ibaka está por llegar.