Universitario Ferrol y Gernika Bizkaia se colocaban la noche del sábado en lo alto de la clasificación como únicos equipos invictos tras dos jornadas disputadas. Jugadoras, entrenadores, directivos y aficionados de ambos clubes no dejaban de mirar continuamente una tabla que les permitía tocar, aunque fuese puntualmente, el cielo del baloncesto español.
MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Hace unos meses peleaban por ascender desde Liga Femenina 2 a la máxima categoría de nuestro baloncesto femenino y hoy disfrutan de este sueño convertido en realidad desde la privilegiada posición de estar en lo más alto de la clasificación. Dos partidos, dos victorias y demostración de que los dos proyectos deportivos, construidos desde prudencia y a la vez la ambición, están perfectamente diseñados para competir en un liga dura, larga, exigente.
Dos buenos entrenadores, diría de que dos muy buenos entrenadores, uno como Mario López con experiencia acumulada en club, en selecciones nacionales y que sabe sacar el mejor rendimiento de un grupo que mantiene la base de jugadoras que consiguió ascender la pasada temporada y que ha sabido reforzarse puntualmente para adaptar las características a una competición de mayor talento en lo físico y en aspectos técnicos. Otro como Lino López, con mucha más experiencia acumulada sobre el parquet y con el balón, sabiendo dirigir equipos desde la posición de base, convirtiéndose en ese entrenador en pista tantas veces necesario. Pero cuando ha dado el salto al otro lado de la barrera ha demostrado que desde la teoría sabe también aportar el mensaje adecuado para optimizar rendimientos.
Ferrol, como Gernika, ha sabido mantener el bloque que le hizo triunfar la pasada temporada en “Liga 2” y además complementarlo con refuerzos precisos e imprescindibles para dar ese salto de calidad necesario. Dos proyectos basados en la identificación, primero de sus entrenadores, a partir de ahí de unas jugadoras con hambre de crecer entre las mejores para todo ello enganchar a dos ciudades volcadas con el baloncesto.
La Liga Femenina ha empezado demostrando que las emociones vividas en anteriores ediciones tendrán continuidad esta temporada por la ambición de jóvenes jugadoras y desde el ejemplo de proyectos diseñados por directivos desde la capacidad para conjugar dos valores fundamentales en el deporte como humildad y ambición y desde la demostración de que en este baloncesto de igualdad de oportunidades todos tienen posibilidades de hacer realidad sus sueños. Ascender no significa embarcarse en aventuras imposibles sino proseguir un camino de ilusión y mejora deportiva. De momento y aunque esto no ha hecho más que empezar y sus propios entrenadores restan trascendencia a lo que valoran como anecdótico, es bonito ver en lo más alto de la clasificación a dos de los cuatro equipos recién llegados.