Este mediodía en Madrid hemos presentado la nueva imagen de nuestras Selecciones, el innovador y atractivo diseño de la equipación deportiva con el que nuestro nuevo socio, Nike, se incorpora al equipo.

Porque las nuevas camisetas son a partir de hoy mismo la imagen de todos quienes lo formamos y de los valores que transmitimos, en las canchas y fuera de ellas. Son también una seña de identidad más de la aportación de nuestro deporte a la empresa común de reforzar nacional e internacionalmente la Marca España, con la que nos hemos comprometido de forma oficial hace unos días. Porque si algo ha generado como pocos el Baloncesto Español en los últimos años ha sido un sentimiento generalizado de pertenencia, unos grandes vínculos emocionales producto de nuestras extraordinarias experiencias y un sobresaliente orgullo de marca.

El espíritu de equipo, el compromiso y la pasión por los colores a los que representamos –plenamente destacados en nuestras camisetas- son algunos de los valores que desde las canchas compartimos con Marca España y con todos los españoles que se sienten reflejados en ellos. Lo hacemos partido a partido, en las victorias y desde los podios, pero también en las inevitables decepciones, de las que siempre pretendemos que nuestra identidad salga revalorizada.

Un equipo como el que hemos sabido construir es un Equipo ganador, porque está basado en la implicación y la voluntad innovadora como plataforma para compartir ideas, sueños y retos. Somos una verdadera asociación –de todos los estamentos del Baloncesto Español, de empresas, instituciones, medios de comunicación-, que asegura a todos sus socios un retorno de calidad y una imagen de optimismo, ilusión y ambición, doblemente valiosa en la actual coyuntura.

Con la suma de todo ello y dicho con una frase que en las próximas semanas y meses va a estar en boca de todos: juntos somos imparables.

Por último, si hace una semana la fiesta fue en Burgos, este pasado viernes la vivió Salamanca, que ha celebrado un título de Liga Femenina merecido y con un final más emocionante imposible. El Perfumerías Avenida es un grande de nuestro baloncesto y de Europa porque su proyecto se sustenta en los tres pilares fundamentales -deportivo, económico y social- con una gestión que invierte, no gasta, y que demuestra que ser realista no está reñido con perseguir sueños. Y lo mismo puede decirse del otro finalista, el Rivas Ecópolis, sólo superado en el Wurzburg prácticamente en la última décima de segundo. Ambos clubes, ambos equipos, han protagonizado una serie final de la que el baloncesto español puede sentirse orgulloso y con la ambición de seguir creciendo.