XAVI OLTRA / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Su apuesta por la cantera ha sido fiel desde sus inicios hasta hoy en día, en Logroño. Su club los últimos diez años (todo un récord de continuidad y confianza) ha crecido con y gracias a él, logrando la Copa Adecco Plata y el ascenso a Oro en 2011. Es difícil entender la historia del CB Clavijo sin la figura de Jesús Sala, que con 21 años en los banquillos arrancó precoz y con tremendo empuje. Una profesionalidad e intensidad que ha transmitido a todos sus equipos y también con selecciones nacionales, con las que cosechó como ayudante tres Bronces y un Oro en los últimos Europeos U20.

Aficionado al buceo y con un crecimiento progresivo y lógico como entrenador (EBA, Plata y Oro), Sala sigue construyendo equipos jóvenes e intensos a través del trabajo serio y el convencimiento. Mirotic, Rabaseda, Aguilar, Franch, Claver… varios jugadores que Sala ha visto crecer cada verano y que le han aportado experiencias y la satisfacción de saber que con los más jóvenes es con quién se encuentra más a gusto.

¿Quién le convenció de niño para escoger la pelota de baloncesto?
Quizás la primera influencia del baloncesto me llega por un tío mío, que de niño me llevaba al Palacio de Deportes de la Comunidad a ver aquel Estudiantes de Azofra, Herreros, Winslow… un equipo que dio muchos éxitos. Empiezo a seguir el baloncesto y ahí poco a poco crece el gusanillo. Antes sólo me gustaba el fútbol, como todos los niños. Con 13 años empiezo a jugar en mi colegio y al año siguiente ya empiezo a entrenar, porque allí enseguida te cogían…

Ese Estudiantes es sin duda una buena influencia para cualquiera que empieza…
Yo era bastante forofo del Madrid por el fútbol y también por Fernando Martín. Pero poco a poco empecé a pasarme al otro equipo. Me empieza a gustar lo que es un club de baloncesto. Los siguientes años voy a Badalona en verano un poco como premio al Campus del Joventut. Durante esos años Estudiantes y Joventut jugaban Euroliga. Fueron unas épocas muy buenas para ambos clubs.

Parece que su identificación con el trabajo de cantera arranca desde muy joven…
Sobre todo por gusto. Siempre me ha gustado. Reconozco que desde que estoy en mi primer año en Logroño cuento ya con los júniors. Poco a poco empezamos a meter a gente arriba, en el primer equipo. Molina, Antón… y Borja Arévalo, que sería el más claro exponente de trabajo de cantera. Cristian García también estuvo con nosotros. Hemos seguido esa línea, incluso también con algún jugador cadete. Normalmente en la Liga es complicado y difícil sacar jugadores desde el trabajo de formación de los clubs, aunque lo intentamos.

“CUANDO LLEGAS A LA SELECCIÓN TODO EL MUNDO VA A UNA”

¿Cómo se forma Jesús Sala como entrenador?
Creo que poco a poco voy formando mi carácter. Por suerte o por problema nunca tuve un primer entrenador encima. Mi formación la fui realizando a través de ver, leer, seguir partidos… vas forjando el carácter y la forma de entrenar por necesidades. Cuando empecé en mi colegio, en el San Gabriel, al principio había un equipo. Luego dos y más tarde 12. El tener que coordinar todo eso te genera una conciencia de trabajo colectivo, que siempre ha sido muy importante para mí. Me considero receptivo y exigente. Tengo carácter, pero un buen trato con el jugador. Soy el que manda en la pista, pero uno más fuera de ella. Siempre estoy dispuesto a escuchar una propuesta.

¿Qué recuerdos tiene de su primera experiencia en un banquillo de EBA?
A la Liga EBA llegué como ayudante y a la octava jornada el primer entrenador se fue y me convertí en primero. Tenía 23 años y era el más joven del equipo. Recibí mucha ayuda de los jugadores. Tenía un jugador que era Carlos Gil, de 40 años y pasado ACB. Él me ayudó mucho. También Marín Rodríguez, que no era tan mayor. La sensación fue que los jugadores pusieron mucho de su parte. Fui conociendo rivales y aprendiendo de ellos. Lo que hace toda la gente. Copias las cosas que crees que son buenas, ves vídeos… Me enfrenté por ejemplo a Víctor Lapeña en el Stadium Casablanca, a Javi Juárez aún como jugador, a entrenadores con mucha experiencia. Era un grupo complicado, el E, de la zona de Levante. Estaban Alcora, Llíria… también Olivar y Stadium de Aragón. La adaptación tuvo que ser rápida. Crecí mucho trabajando en las posibilidades defensivas del equipo para contrarrestar el potencial de otros rivales. Fue un año bonito pero complicado. Un poco como un máster de aprendizaje.

“ORENGA ES UN GRAN DIRECTOR TANTO DE JUGADORES COMO DE CUERPO TÉCNICO”

¿Qué personas o qué aspectos empiezan a influenciar en su carrera?
Tuve mucha suerte al hacer el Curso de Entrenador Superior en Málaga y coincidir con entrenadores de mucho nivel como Diego Ocampo, Miguel Ángel Hoyo o Sabino Suárez, ayudante en Gijón. A partir de esa relación empiezo a ir a Gijón a ver entrenamientos, etc. En aquella época estaban Moncho López y Moncho Fernández. Fueron mis primeros referentes. Me gustaba mucho el juego por conceptos que hacían. Empecé a trabajar el tema de los espacios, juego sin balón... Conocí el baloncesto que más me gusta. También viví el baloncesto profesional viendo sus sesiones, hablando con ellos… El juego libre que hacía Moncho López y que llevó a la selección española júnior era de un nivel muy alto.

¿Cómo entiende que debe ser ‘su’ baloncesto?
Depende de la combinación de jugadores que tengas. Creo que he evolucionado hacia dar más libertad al jugador en ataque y exigir mucho más en defensa, ser más riguroso atrás. Cada año tenemos muchas variantes defensivas, dependiendo del rival, de los entrenadores que te encuentres… Cada año hay algo diferente. Puedes hacer una ‘match up’, una defensa mutante, caja y uno… depende de los jugadores. Las situaciones defensivas me gustan. Luego en verano con las selecciones también me gustaba meter algún ajuste concreto en alguna situación.

“LA FORMACIÓN DE ENTRENADORES EN ESPAÑA ES MUY ALTA Y ESO NOS HACE DIFERENTES”

Un paso por selecciones nacionales de cinco años…
Generalmente el trabajo de selecciones me ha ofrecido un lavado de cabeza. Después de una temporada dura parece mentira, pero es así. En un Europeo se viven muchas emociones y hay que estar vivo, saber reaccionar, etc. También te ayuda el estar con gente tan joven. Me gusta y es otro plus que aplico en Logroño.

¿Qué le aportó trabajar con selecciones inferiores en verano?
He tenido la suerte de estar con grandes equipos técnicos. En las selecciones se trabaja muy bien a nivel de grupo. Todos estamos muy unidos y hay mucha sintonía. Con Gustavo Aranzana aprendí mucho. Creo que es uno de los grandes del baloncesto español. Con Juan Antonio Orenga estuve tres años y creo que luego se ha visto que se trata de un gran director de equipo, tanto de jugadores como de cuerpo técnico. También he coincido con Joan Peñarroya… Al final conoces a gente muy preparada y todo ello te hace ser mejor. Todo esto te marca. Han sido cinco años de experiencias excelentes y de gran recuerdo.

Dígame algunas de las claves de los éxitos de los jugadores españoles con selecciones…
La calidad del jugador español es muy buena, pero también se trabaja muy bien por parte de los clubs. Hay grandes entrenadores que entrenan muy bien en sus clubs. La formación de entrenadores hoy en día en España es muy alta y eso nos hace diferentes a otros países. Cuando llegas a la selección todo el mundo va a una, a trabajar por un doble objetivo: ayudar a los jugadores e intentar ganar. Cada vez se potencia más las virtudes del jugador, rompiendo las barreras tácticas. Se simplifican los conceptos y se potencia el talento.

“EN LAS SELECCIONES CADA VEZ SE POTENCIA MÁS LAS VIRTUDES DEL JUGADOR Y EL TALENTO”

Siete años en Adecco Plata… ¿qué opinión le merece la categoría?
Tras siete temporadas en Adecco Plata puedo decir que el nivel era altísimo. Grandes equipos y con plantillas de un gran nivel. El jugador joven poco a poco se ha hecho importante. Siempre pongo el ejemplo del CB Prat. Con ese convenio que tienen con el Joventut hace años, los júniors juegan su primer año de senior haciendo ese paso intermedio en la Plata. Y así han sacado muchos jugadores a la ACB. La Plata es una categoría que les sirve de formación y que defiende a ultranza su técnico, Carles Durán. Me enfrenté a jugadores como Ventura, Barrera, los dos Tomás, Norel, Eyenga, Todorovic, Llovet, Suárez… Han pasado por El Prat y ahora están en primer nivel en la ACB, Europa e incluso la NBA. Es una categoría competitiva en la que los jóvenes empiezan a encontrarse jugadores extranjeros. Tienen que crecer física y mentalmente. También han pasado jugadores como Oleson o Mainoldi, que luego han sido referentes. Es un paso muy interesante para los jóvenes antes de llegar arriba. Personalmente he tenido experiencias muy buenas.

¿Cómo experimentó la transición a la Adecco Oro?
La Adecco Oro te exige un plus. Los equipos de arriba en Plata pueden competir en Oro, como han demostrado Oviedo y Andorra. En la Oro el nivel físico es mayor. Hay jugadores más grandes, más velocidad en el juego… A nivel táctico los entrenadores están muy preparados. La mezcla de entrenadores cada vez es más bonita e interesante, y da riqueza a la categoría. Hay entrenadores con larga experiencia, incluso en ACB, y hay otros más jóvenes, que vienen de la EBA y la Plata, como yo. Hay entrenadores más rigurosos tácticamente y otros que vienen de abajo que aportan quizás más frescura dando más libertad al jugador. Hay muchas opciones y estilos diferentes de un partido a otro.

“LA MEZCLA DE ENTRENADORES EN LA ADECCO ORO ES MUY BONITA E INTERESANTE, Y DA RIQUEZA A LA CATEGORÍA”

Lleva 10 temporadas en un mismo club, CB Clavijo. Pocos lo pueden decir…
Casi siempre es más sencillo trabajar si tienes la confianza del club. Si han apostado por mí es que están contentos. Hemos crecido yo como entrenador y ellos como club, cogidos de la mano, y los dos hemos ganado. La ecuación es sacar beneficio para el club. Yo siempre miro por los intereses de mi club y si estás respaldado todo es más sencillo. El poder de trabajo que tengo aquí es grande. He podido rejuvenecer la plantilla porque tengo respaldo para ello. Siempre le estaré agradecido al club y ojalá hubiera más apuestas así por otros entrenadores.

“EN LA ORO EL NIVEL FÍSICO ES MAYOR, LOS JUGADORES SON MÁS GRANDES, HAY MÁS VELOCIDAD…”

¿Hasta dónde va a llegar el Cocinas.com esta temporada?
Nuestro primer objetivo es ganar todos los partidos, aunque suene a tópico. Apostamos por un estilo, un trabajo a medio y largo plazo. Ganar y elevar el rendimiento del jugador. Si después estos jugadores acaban fichando el año siguiente por una categoría superior, eso es un orgullo para nosotros. Estamos convencidos que es nuestra mejor opción para ganar. Este año quizás es un poco complicado porque hemos incorporado hasta seis jugadores inexpertos en la categoría, pero estamos muy contentos con lo que nos hemos encontrado. Hay mucha intensidad en el trabajo. Es un bonito reto hacer un equipo a este nivel. No sé hasta dónde llegaremos. De momento hemos sido capaces de lo mejor y lo peor, pero tenemos mucho margen de mejora. Hay muchos jugadores que tienen mucho que ofrecer. Quizás el objetivo sería sobre todo evitar sufrir como el año pasado, que salvamos la categoría en el quinto partido del ‘playout’. Veremos hasta dónde somos capaces de llegar…