LIGA FEMENINA
Pepe Vázquez: “Las jóvenes han dado un paso adelante”
11/26/2013 - 9:52 AM
De la noche a la mañana su vida dio un espectacular vuelco y se convirtió en entrenador profesional en Liga Femenina. El Beroil Ciudad de Burgos apostó por un joven técnico gallego de 33 años llamado Pepe Vázquez.
MIGUEL PANADÉS
Sonó el teléfono un lunes por la mañana. Sí, de pronto ese tipo de llamadas que pueden cambiar una vida. Esas llamadas esperadas durantes meses por tantos entrenadores y que se convierten en bocanadas de oxígeno para seguir afrontando esa dura carrera profesional. Pepe Vázquez jugaba en el Cambados de la Liga EBA hasta hace tan sólo tres temporadas alternando, eso sí, su faceta de jugador con la de entrenador ayudante el Liga Femenina 2 al lado de Tito Díaz. La difícil compatibilización de funciones obligo a Pepe a tomar la decisión de elegir el camino del banquillo colgando las botas y volcándose de lleno en una labor de técnico que le llevó a estar dos temporadas al frente del AD Cortejada en LF2. Esta temporada se incorporó en la Universidad de Ferrol para hacerse cargo del segundo equipo pero, sorpresas de la vida, su destino estaba nada más y nada menos que en Burgos. Ese lunes de noviembre Javier Ruiz, presidente del Beroil Ciudad de Burgos, le propuso ser entrenador del equipo de Liga Femenina y el miércoles Pepe Vázquez ya estaba dirigiendo su primer entrenamiento.
“Mi amor por el baloncesto nació en La Salle Santiago, jugando a minibasket y pasando una por una por todas las categorías hasta llegar al equipo de EBA con el que jugué hasta los treinta. Pero reconozco que los últimos años ya pensaba más como entrenador que como jugador y creo que eso no favorecía mi rendimiento. Desde muy joven empecé a alternar jugar con entrenar…” Una historia común de los entrenadores, con dedicación profesional o no pero que coinciden en esa precoz vocación por contemplar el baloncesto desde más perspectivas que la del jugador. Y, el que tiene ese impulso y además disfruta compartiendo vestuario con compañeros y experiencias con rivales, recibe sin darse demasiada cuenta una suma de enseñanzas fundamentales para el posterior desarrollo de su función como entrenador. “Haber jugado muchos años me sirve para anticipar los problemas. Sé lo que sucede en un vestuario cuando se gana o cuando se pierde y lo que siente una jugadora en los buenos y en los malos momentos porque lo he visto y lo he vivido. Siempre he disfrutado aprendiendo de los entrenadores que he tenido, desde Víctor Pérez, ahora entrenador ayudando de Moncho Fernández en Obradoiro, el propio Moncho en selecciones autonómicas, Marcos Toquero, quien me enseñó cómo se puede seguir mejorando técnicamente en seniors y sobretodo y ya como entrenador ayudante aprendí muchísimo de Tito Díaz, con quien conocí el baloncesto profesional”.
De pronto un banquillo de Liga Femenina, unas jugadoras de máximo nivel y la sensación de que todo ha ido muy rápido presentándosele una oportunidad extraordinaria. “Sobretodo afronto el reto con una enorme ilusión también con el convencimiento de que siempre me he considerado un “entrenador profesional”, dirigiera el equipo que fuera y en la categoría o edad fuera. Uno tiene tantas posibilidades de encontrarse un buen grupo humano de trabajo en un club o en otro independientemente del nivel y por lo tanto lo que único que hago en Burgos es aplicar mi esencia como entrenador, como he hecho siempre desde que con 18 o 19 años empecé”. Y esa reflexión de Pepe Vázquez seguro que provoca la identificación de miles de entrenadores que no son considerados profesionales por no vivir exclusivamente del baloncesto y sin embargo sí tienen esa condición en su interior porque aunque no vivan del baloncesto lo tienen metido en su cabeza día y noche. Pepe Vázquez tomó ese camino hace años, haciendo los cursos de iniciación, de primer y segundo nivel y el Superior en San Sebastián en 2010. “Del CES tengo el mismo recuerdo que todos los que lo hemos hecho: una experiencia inolvidable que te deja marcado para siempre. La posibilidad de respirar baloncesto veinticuatro horas al día y de compartir todo tipo de experiencias con todos los compañeros-entrenadores…”
Habla con pasión, transmite ilusión ante esa nueva experiencia que se presenta ante él en forma de reto profesional. Contempla la Liga Femenina con respeto y admiración. “Hace unos años la liga estaba llena de jugadoras extranjeras, algunas de mucho nivel y otras ocupando un espacio que quizás debía corresponder a jóvenes nacionales. Las circunstancias han dado la oportunidad a estas jugadoras y las jóvenes a su vez han dado un paso adelante. Esa circunstancia es una de las razones por las que convierte la Liga Femenina en muy atractiva”. Habla de jugadoras que cada verano, tras su progresión en sus clubes, ilusionan al baloncesto nacional con los éxitos en las selecciones. “El término Método FEB lo relaciono con dos palabras: trabajo y éxito. Creo que la experiencia que viven estas jóvenes jugadoras cada verano complementa perfectamente el trabajo previo que realizan en sus clubes”.